Hay una familia de bacterias que da de qué hablar. Las Lachnospiraceae pertenecen al orden de las Clostridiales, que se producen en la microbiota intestinal humana y de mamíferos. En los seres humanos, los miembros de esta familia pueden proteger contra el cáncer de colon, al producir ácido butírico.

La presencia abundante de la bacteria Lachnospiraceae en el colón podría inhibir el desarrollo de otras bacterias provenientes de la boca, lo que reduce el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Este cáncer es la segunda causa de muerte entre los diferentes tipos de esta enfermedad a nivel global, con 862 mil defunciones registradas tan sólo en 2018, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Irlanda hizo hallazgos que también podrían contribuir a la prevención, al abrir la posibilidad de que el estudio de la microbiota oral permita una detección más temprana de la enfermedad.

De acuerdo con la Organización Mundial de Gastroenterología, además del colorrectal, otros tipos comprendidos en el concepto de cáncer gastrointestinal son el de vesícula, esófago, hígado, páncreas y estómago. En México, tres de cada 10 muertes por cáncer en la población de 30 a 59 años de edad son por tumores malignos en órganos digestivos. En la población de 60 años y más, la cifra se mantiene en el caso de los hombres, pero se eleva a cuatro de cada 10 en el caso de las mujeres.

"La abundancia de la bacteria Lachnospiraceae en el colón depende en buena medida de nuestros hábitos alimenticios", advierte el doctor José Cadena, gastroenterólogo y endoscopista; "Una dieta no equilibrada, pobre en grasas y azúcares, favorecería la aparición de este y otros tipos de bacterias protectoras".

En la población mayor de 30 años, destaca el especialista, la aparición de tumores malignos en órganos digestivos se vincula cada vez más a factores de riesgo derivados de estilos de vida no saludables: la obesidad se relaciona con el cáncer de páncreas, colón y vesícula, en tanto que el consumo de alcohol se asocia al de esófago, hígado, colon y recto.

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El doctor Cadena señala:

Las más recientes investigaciones confirman el papel protector de la microbiota intestinal contra la colonización de bacterias patógenas relacionadas con procesos inflamatorios que podrían propiciar o acelerar el desarrollo de diferentes tipos de cáncer, de ahí la importancia de cuidarla mediante una alimentación variada y balanceada, especialmente rica en fibra.

En complemento a una buena alimentación, otras medidas que favorcen la buena salud de la microbiota intestinal son:

• Actividad física, todos los días, que puede variar en intensidad según la edad y el gusto de cada persona. 

• Adecuado manejo del estrés, para lo que existen diferentes métodos y actividades como yoga o meditación. 

• En caso de padecimientos relacionados con la alteración de la microbiota, como las diarreas, el consumo de probióticos.

El especialista recomienda probióticos de origen natural, que se desarrollan de la levadura Saccharomyces boulardii, que ha demostrado tener una alta efectivdad en la recuperación del equilibrio de la microbiota. Esto, junto con un mejor estilo de vida, puede ser una efectiva lucha contra el cáncer.

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