Desde que supiste que tu hijo venía en camino imaginaste un sinfín de situaciones agradables y complicadas, pero ¡jamás los sucesos que sólo vivirás en esta etapa! Te damos algunos ejemplos:

 

1. Tienes el pretexto perfecto para ir de compras: deberás elegir todo un guardarropa de maternidad.

 

2. Sabes que no eres la única con miedo o emociones a tope por las hormonas; las mamás a tu alrededor te comprenden y dan consejos.

 

3. Te libras de las filas del banco y del súper. ¿Un extra? Te puedes estacionar cerca de la entrada de todos los centros comerciales.

 

4. Posees un desarrollado sentido del olfato.

 

5. Gozas la dicha exclusiva de sentir sus patadas.

 

6. Te conviertes en automático en el centro de atención. ¡Tu estado lo amerita!

 

7. Experimentas la ilusión de comprar la primera ropa que usará.

 

8. Llevas a todos lados la primera foto del ultrasonido, aunque nadie le encuentre forma más que tú.

 

9. Notas una mirada nueva en tu pareja: desde el día de la prueba hasta cuando ve a través de tu vientre los movimientos del bebé.

 

10. Escuchas sus rápidos latidos al acostarte sobre tu lado izquierdo.

 

11. Vas a las expos de bebés y sales con muchas cosas lindas, ¡todo sea por estrenar!

 

12. Descubres el lado tierno del futuro papá cuando llega con un minijersey de su equipo favorito.

 

13. Sufrirás porque unos pies diminutos insisten en clavarse en tus costillas, pero ¡eso es vida!

 

14. Escuchar la frase “todo está perfecto, crece sano y va muy bien”, será música para tus oídos.

 

15. Crees que lo puedes todo, incluso bajar corriendo las escaleras o bailar danza árabe.

 

16. Te maravilla ver que tu piel, pelo y uñas están espectaculares.

 

17. Planeas hasta el más mínimo detalle de tu primer baby shower, abres los regalos y te impacientas por usar todo.

 

18. Lavas su ropa de cuna, suéteres y hasta cobijas con el producto hipoalergénico más sofisticado que hay en el mercado.

 

19. Despides a tu panza para darle la bienvenida al ser extraordinario que tuviste dentro de ti.

 

20. Por último, no te preguntas si quieres un segundo o tercer bebé, pero con tal de volver a vivir los grandes momentos del embarazo, tal vez quieras reconsiderarlo.