Enfermedades como la diabetes tipo 2, en aumento a nivel mundial, representan grandes costos para la sociedad. El reducir su frecuencia podría traer enormes beneficios para el desarrollo del país. Aquí queremos mencionar tres formas en que podemos ejemplificar la afirmación.  

Impacto económico

La presencia de enfermedades representa un fuerte impacto económico en las personas que las padecen, pues los tratamientos y medicamentos suelen ser caros. Además de eso, la diabetes afecta a cerca de 400 millones de personas en el mundo, lo cual representa una fuerte inversión en equipos y medicamentos para tratarla. Durante la 4ª Cumbre Global del Yoghurt que fue realizada en San Diego, California, en abril de este año (y a la que asistí para poder contarles esta información), el Dr. Andrew M. Prentice presentó cifras sobre el potencial impacto económico que tendría el reducir la prevalencia de la diabetes tipo 2 y la carga de morbilidad asociada, junto con los costos relacionados con la salud. En definitiva, reducir el número de casos de personas con este trastorno podría reducir el impacto económico que representa el destinar tantos recursos a su tratamiento. Él propuso que la promoción del consumo de yoghurt contribuiría a una reducción de la prevalencia de la diabetes tipo 2, la carga de morbilidad asociada y los costos relacionados con la salud.

Cambios en la educación

Factores como el sedentarismo, la industrialización, los malos hábitos alimenticios, entre otros, se han heredado por generaciones en México. El problema es que esta forma de educar ha generado que la presencia de problemas en la salud sea cada vez mayor. En relación con este tema, cuando estuve en la 4ª Cumbre Global del Yoghurt, escuché a la educadora en diabetes Constanza Brown-Riggs, quien comentó en su presentación, que la alimentación y la educación deben ser la piedra angular en el tratamiento de la diabetes tipo 2. De igual forma, ella propuso fomentar el consumo de productos lácteos, especialmente el yoghurt, ya que existe la suficiente evidencia científica que reconoce los beneficios para la salud en la prevención de la diabetes y control de peso. Sin duda, las escuelas y las familias podrían aportar mucho en la mejora de la salud si cooperaran con la inclusión de un estilo de vida saludable. De mi parte, empezaré a fomentarlo desde ahora. 

Mejores hábitos alimentarios

La verdad es que en México sabemos disfrutar de la comida y a mí me encanta saborear de un buen platillo típico. El problema es que existe muy poca costumbre de cuidar nuestros hábitos alimentarios. De hecho, se estima que cerca del 70% de las personas en México padecen algún malestar digestivo (OMS, 2012), pero no lo sabe y por eso no ha recibido un tratamiento adecuado. Algunas medidas como comer sin prisa y en cantidades moderadas varias veces al día, podrían ayudar a mejorar la salud de las personas. De igual forma, preferir las preparaciones para alimentos que contienen menos grasa podría ayudar a reducir malestares. La vocera de la British Dietetic Association, Azmina Govindji, considera que la integración del yoghurt en la alimentación puede ayudar a reducir el consumo de calorías y a mejorar la calidad de la alimentación. A su vez, Margrette Fletcher compartió algunas estrategias para transformar nuestra relación con la comida, por ejemplo, el “ciclo del comer consciente” que nos recuerda la importancia de masticar despacio, utilizar nuestros sentidos y escuchar nuestro cuerpo para identificar la sensación de saciedad y hambre y a realizar mejores elecciones para mantener hábitos más saludables.

Todos estos puntos deben ser sumados a un esfuerzo constante para mejorar la salud en nuestra sociedad. Es importante que exista un cambio de hábitos en México si queremos reducir la presencia de enfermedades relacionadas con sedentarismo, mala alimentación y otras costumbres que hemos repetido durante mucho tiempo. El cambio está en nosotros y debemos comenzar desde el individuo hasta permear a toda la sociedad. ¡Verás que vale la pena!