En México, la pirotecnia forma parte de las grandes celebraciones. Cuando se trata de una fecha especial, los fuegos artificiales inundan el cielo de colores, pero cuando se trata de una festividad como las de fin de año, esta tradición puede convertirse en un problema. El ambiente se llena de contaminación en el aire y en el suelo; además, es importante mencionar que la pirotecnia es origen de múltiples accidentes. 

El Centro Nacional de Prevención de Desastres (CONAPRED) señala que la búsqueda de atención médica aumenta en diciembre, debido a quemaduras ocasionadas por juegos pirotécnicos. Asimismo, menciona que los grupos en mayor riesgo de sufrir un accidente a causa del manejo de este tipo de explosivos son los niños y las niñas entre los 5 y 14 años. En dicho contexto, reveló que las lesiones más comunes se presentan en brazos y torso con un 46% de prevalencia, 30% en ojos y 16% en cara y cuello.

Entre los efectos en la salud que tiene el uso no protegido de juegos pirotécnicos en México destacan las quemaduras, lesiones y pérdida de extremidades, lesiones auditivas, irritación de ojos y vías respiratorias.

En particular, en el caso de los ojos, los accidentes relacionados con fuegos artificiales, en un nivel más severo, pueden derivar en rompimiento del globo ocular, producir quemaduras químicas y térmicas, abrasiones corneales y desprendimiento de retina -todas las cuales pueden causar daño ocular y pérdida de visión permanente-. Por tal razón, una lesión de este tipo se cataloga como una emergencia médica.

Los heridos por fuegos artificiales no necesariamente son responsables de su manejo; de hecho, de acuerdo con la Academia Americana de Oftalmología, el 65% de los heridos son transeúntes. Ante una situación de emergencia, considera las siguientes recomendaciones:

● Buscar atención médica de inmediato.

● No aplicar remedios caseros.

● Evitar frotar los ojos y/o enjuagarlos.

● No hacer presión.

● No retirar ningún objeto que se haya quedado atascado en el ojo.

● Cubrir el ojo con una gasa.

● Evitar analgésicos anticoagulantes como aspirina o ibuprofeno, a menos de que lo indique un médico.

La doctora Valeria Sánchez Huerta, directora general de APEC, Hospital de la Ceguera, señala que "los accidentes son inevitables, sin embargo, pueden ser prevenibles, y por ello es importante mantenerse alerta y tomar las medidas de seguridad necesarias en la manipulación de este tipo de objetos explosivos o luminosos".

La especialista comparte que ha recibido pacientes con este tipo de accidentes y actuar oportunamente hace la diferencia: "En APEC, Hospital de la Ceguera contamos con un área de especialidad en urgencias ante cualquier eventualidad que se presente, y tenemos la posibilidad de brindar atención médica de forma rápida".

La doctora Sánchez recomienda, ante una situación de emergencia como esta, conservar la calma y acercarse de manera inmediata a un profesional de la salud y evitar los "remedios" en casa porque eso puede ser determinante en la condición del paciente.

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