El entrenamiento funcional se caracteriza por adaptar los movimientos naturales del cuerpo a una rutina de ejercicios, que además se ajustan a las necesidades específicas de cada persona.
Este tipo de acondicionamiento físico no tiene un fin competitivo, sino que su objetivo es mejorar las funciones diarias, aumentar la calidad de vida de quienes lo practican y mejorar el desempeño de los deportistas en otras disciplinas.
Para lograrlo se combinan el trabajo de fuerza y las actividades cardiovasculares, mediante ejercicios multiarticulares y multimusculares. Gracias a esta combinación es posible trabajar con todo el cuerpo sin centrarse en un músculo o grupo muscular en especial, y al mismo tiempo, puedes alcanzar tus objetivos de reducción de talla y peso.
Además de mejorar capacidades físicas como la fuerza, velocidad y resistencia, el entrenamiento funcional también ayuda a incrementar la agilidad, la movilidad, la estabilidad, la coordinación y el equilibrio. Al mismo tiempo, ayuda a corregir la postura corporal.
Una sesión completa de entrenamiento funcional debe incluir una fase de calentamiento, la rutina del entrenamiento y una fase de recuperación y enfriamiento. Para calentar es posible hacer pequeños circuitos de ejercicios, como sentadillas y flexiones, acompañados de un ejercicio cardiovascular, como las carreras cortas.
Una de sus ventajas es que, para realizarlo, no se requieren máquinas especiales ni aditamentos complicados, pues la base de la rutina está en el trabajo con el propio peso corporal. También se pueden agregar algunos accesorios como pelotas, mancuernas y bandas elásticas para agregar peso y resistencia.
Una vez que finaliza el circuito que combina ejercicios cardiovasculares y de fuerza es necesario dejar que el cuerpo se recupere, que tanto la respiración como el ritmo cardiaco vuelvan a su estado normal, y esto se debe hacer lenta y pausadamente mientras se realizan estiramientos para relajar los músculos.
La popularidad de este tipo de entrenamiento lo ha llevado a estar presente en cada vez más gimnasios y clubes deportivos. Estas son algunas de las alternativas que existen si quieres practicarlo.
Existen diversos entrenamientos funcionales, los cuales varían de acuerdo a cada instructor o lugar en donde se imparten, así como en función de las necesidades y condición de las personas que los practican.
Uno de ellos es el llamado Park HIIT, el cual fue diseñado por un grupo de expertos del centro deportivo Club Mundet. Este entrenamiento busca que quienes lo practican logren un alto rendimiento basado en la resistencia, la velocidad, la fuerza y la coordinación en las 8 semanas que dura.
Entre las disciplinas que se practican están: atletismo, fútbol, box y algunos ejercicios de parkour; además, incluye un programa de spartan y actividades como crossfit funcional.
Esta combinación de actividades permite quemar entre 500 y mil calorías, mientras que su exigencia física requiere el trabajo de todos los músculos del cuerpo.
Park HIIT está recomendado para personas a partir de los 15 años y no hay un límite de edad, ya que las actividades se adaptan a la condición de cada participante, con el fin de lograr su bienestar.