Siempre que se habla de bienestar se dice que el ejercicio es fundamental para la salud física y mental. Pero, ¿qué pasa cuando no tienes el tiempo para practicarlo ni los recursos suficientes para pagar un gimnasio o un equipo de entrenamiento en casa? 

 

Bueno, la verdad es que un buen ejercicio no tiene por qué implicar sesiones largas e intensas en el gimnasio, y ni siquiera necesitas gastar. Todo lo que necesitas hacer es salir a caminar todos los días, pues tan sólo 30 minutos de caminata al día te pueden ayudar a sentirte mucho mejor y hacer cambios positivos en tu salud. 

 

Levantarte media hora antes para poder hacerlo, realmente lo vale, y lo mejor es que no necesitas desplazarte a ningún lado, sino que puedes empezar a caminar desde que sales de tu casa y recorrer las calles del lugar donde vives; además no tienes que gastar, pues no requieres equipamiento ni ropa especial, sino sólo un par de tenis aptos para caminar y algo de ropa cómoda.

 

Si todavía no te convences, checa los beneficios que obtiene tu cuerpo cuando caminas todos los días.

 

Tu visión mejora

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Es cierto que el ejercicio no está necesariamente relacionado con los ojos, pero cuando te mantienes activo tu visión se beneficia.

 

Según la Academia Estadounidense de Oftalmología, una condición que suele mejorar gracias a las caminatas regulares es el glaucoma. Esta condición ocurre en parte debido a la presión arterial ejercida sobre los ojos, y caminar puede ayudar a reducir esa presión.

 

Además, caminar ayuda con la prevención del glaucoma, pues la actividad física reduce el riesgo de desarrollarlo hasta en un 73%. 

 

Un corazón más saludable

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Como toda actividad física, la caminata te ayuda a tener un corazón más sano al reducir el riesgo de desarrollar una variedad de afecciones cardiovasculares. Las siguientes son algunas áreas relacionadas con el corazón que disfrutan de los beneficios positivos de las caminatas diarias:

• Presión arterial en equilibrio.
• Mejor circulación sanguínea.
• Regulación de la frecuencia cardiaca.
• Mejor control del colesterol.
• Mejor balance de grasas.
• Circulación de oxígeno mejorada.
• Órganos más fuertes.
• Menor riesgo de accidente cerebrovascular.
• Riesgo reducido de problemas coronarios.
• Menor riesgo de insuficiencia y enfermedad cardiaca.

 

Mayor resistencia ósea y articular

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La edad es el factor más importante en la degeneración de huesos y articulaciones, pero estas afecciones también pueden afectar a personas de todas las edades. Una de las mejores formas de prevenir la degeneración relacionada con la edad es mantenerse físicamente activo.

• Densidad ósea: La actividad física regular puede ayudar a mantener los huesos fuertes mientras soportan tu peso.
   
• Dolor de espalda: Caminar todos los días puede ayudar a proporcionar cierto grado de alivio del dolor de espalda crónico, además de que es una buena alternativa para quienes tienen esta condición y no pueden ni deben realizar ejercicios intensos o de alto impacto. 
   
• Dolor lumbar: Caminar ayuda a aumentar la circulación sanguínea saludable, lo que permite tener una mejor flexibilidad alrededor de la zona lumbar. Esto se debe a que el flujo sanguíneo alrededor de la columna tiende a aumentar considerablemente con el ejercicio.
   
• Piernas saludables: Al caminar regularmente, tus piernas se fortalecen y desarrollan músculos y resistencia, especialmente si caminas cuesta arriba. Esto, a su vez, reduce los problemas de dolor en las articulaciones alrededor de las piernas.
   
• Menos rigidez: Con el tiempo, las articulaciones pueden volverse rígidas y dificultar el movimiento. Las caminatas diarias ayudan a relajar las articulaciones. Aunque esto no puede curar enfermedades graves como la artritis, sí puede ayudar a aliviar los síntomas.
   
• Menor riesgo de fractura: Es claro que si tus articulaciones, huesos y músculos son más fuertes, tienes menos posibilidades de desarrollar lesiones y fracturas. 

 

Mejor salud emocional y mental

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Caminar es una excelente manera de mejorar una salud mental y alejar los pensamientos negativos. Lo creas o no, caminar puede tener enormes efectos en tu salud mental y emocional:

• Ayuda a prevenir y lidiar con la depresión: Quienes caminan con frecuencia, incluso con sólo 200 minutos de actividad física durante la semana, experimentan el alivio de algunos síntomas de depresión clínica.
   
• Menos estrés: Un paseo diario es una de las mejores formas de reducir y eliminar el estrés. Estar al aire libre y rodeado de vegetación puede ayudarte a sentirte más relajado, ya que se reducen los niveles de cortisol (la hormona del estrés) presentes en el cerebro. 
   
• Mejor estado de ánimo: Cuando caminas, tu cerebro segrega algunas de las llamadas hormonas de la felicidad, como las endorfinas. Esto te ayuda a sentirte más feliz y con más energía durante el día. 
   
• Prevención de enfermedades mentales degenerativas: La demencia y el Alzheimer son enfermedades que nadie quisiera padecer y que lamentablemente enfrentan muchas personas mayores. Si bien el riesgo de desarrollar estos trastornos degenerativos aumenta con la edad, caminar todos los días puede ayudar a reducir ese riesgo. Además, caminar también ayuda a prevenir los accidentes cerebrovasculares.
   
• Mejores funciones cognitivas: En general, caminar es benéfico para la función cognitiva, pues ayuda a mejorar la capacidad de concentración y memoria, y también mantiene la cabeza despejada para que puedas tomar mejores decisiones y pensar críticamente.

 

Pérdida de peso

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Una pequeña caminata diaria puede ser de gran ayuda para perder esos kilos de más. Aunque es un ejercicio simple, ¡tiene un poderoso efecto para quemar calorías!

• Metabolismo acelerado: Cuando caminas, tu cuerpo necesita más energía y si lo haces a un ritmo lo suficientemente rápido, el metabolismo de tu cuerpo aumentará para ayudarte a usar tus reservas de energía. La mejor manera de conseguir este efecto positivo es caminar a un ritmo moderado o, mejor aún, subir cuestas a un paso rápido.
   
• Quema de grasa: Todo lo que necesitas hacer para empezar a quemar grasa es comenzar a caminar. Sin embargo, ten en cuenta que debes caminar a un ritmo lo suficientemente rápido como para que tu frecuencia cardiaca aumente y tu respiración se vuelva más profunda, lo cual indica el momento en el que inicia la quema de grasa.
   
• Mejor digestión: Después de una comida, realiza una caminata lenta pero decidida para ayudar a estimular la digestión. Esto permite que tu cuerpo comience a digerir de manera adecuada y eficiente lo que has comido, en lugar de retener toda la comida en forma de grasa.
   
• Músculos más fuertes: A pesar de ser un ejercicio de baja intensidad, caminar involucra una amplia variedad de músculos, lo que permite una especie de entrenamiento de cuerpo completo. Aunque no es tan efectivo como el entrenamiento de fuerza o los entrenamientos de alta intensidad, caminar es suficiente si quieres hacerte un poco más fuerte y resistente.
   
• Niveles de glucosa bajo control: La glucosa en sangre debe equilibrarse a un nivel razonable para prevenir problemas como la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2. Caminar después de comer ayuda a reducir los niveles de glucosa en la sangre, lo que contribuye a un cuerpo más saludable en general.

Ahora que conoces todos los beneficios que las caminatas diarias aportan a tu cuerpo, empieza a incluir en tu agenda al menos 30 minutos cada día para salir a caminar. Toma en cuenta que las caminatas funcionan mejor con otros métodos de pérdida de peso, como una dieta equilibrada y saludable, y quizás algunas formas adicionales de ejercicio. Sin embargo, para empezar con el pie derecho, caminar todos los días es sin duda una buena práctica.

 

Foto de portada: Clem Onojeghuo / Pexels