Para algunos, la llegada del verano es sinónimo de vacaciones. Para los corredores, ésta es, por partes iguales, la estación más privilegiada y difícil para entrenar.
Del lado positivo, hay más luz natural por la tarde y eso permite no correr en la oscuridad; lo menos divertido es que el termómetro siempre se inclina hacia los grados más altos. Sin embargo, es una temporada perfecta para entrenar y cumplir con varias de las metas que tienes en mente; lo que debes saber es que es momento de enfocar tus entrenamientos en algo más que la velocidad.
Elizabeth Corkum, entrenadora de Precision Run en Nueva York, recomienda ajustar tus expectativas y tu ritmo de acuerdo al clima. "La transición de la primavera al verano es realmente difícil", dice la 21 veces maratonista, quien entrena de cuatro a seis veces por semana; "Normalmente entreno para el maratón en verano, lo que es un verdadero reto para mí".
Y si bien hay ciertos ajustes obvios (correr en lugares con sombra, entrenar en las horas menos calientes, hidratarse muy bien y aceptar que simplemente habrá entrenamientos muy difíciles), la entrenadora dice que hay más por hacer en esos días que tomar suficiente agua.
Estas son tres recomendaciones de la maratonista para sacar provecho de los entrenamientos en el verano, cuando la temperatura aumenta:
Ya sea porque durante el invierno descansas, porque entrenas en una banda o porque sales a correr con mucha ropa encima, lo cierto es que tu cuerpo necesita un tiempo para ajustarse a las temperaturas más cálidas del año. Pero el número que indica la temperatura no es en lo único en lo que debes fijarte antes de salir. Corkum dice que ella observa, además de los grados, el nivel de humedad y la sensación térmica: "Así sabré si tengo que salir a las 4am en un sábado para hacer mis 10 kilómetros antes de que la mayoría de gente se despierte".
A veces no importa a qué hora salgas, desde temprano puede ya hacer mucho calor. Corkum recomienda estar muy pendiente de la hidratación. Ella siempre se pesa antes y después del entrenamiento largo. Algunas básculas digitales indican la cantidad de agua en el cuerpo; de no ser así, los gramos que pierdes son sólo de agua: "De esta manera me doy una idea de cuánto necesito rehidratarme. Para mí es común perder entre 2 y 4 kilogramos en los entrenamientos largos del verano. ¡Mucho líquido y electrolitos!".
La ropa que utilizas es muy importante. Necesitas ropa cómoda y de material que permita a tu piel sudar. Hay muchas prendas con tecnología que te libera del sudor rápidamente. El calzado también debe ser ligero y que permita a tus pies ventilarse. Los calcetines también juegan un papel fundamental en esto, así que revisa que sean especiales para correr.
Correr durante el verano puede ser algo muy difícil para tu cuerpo, pero con unos ajustes mentales puedes aprovechar la temporada. "Mentalmente, es difícil estar en condiciones extremas, por lo que los desafíos físicos y lo que dicta tu cerebro a menudo se relacionan", explica Corkum.
Cuando un entrenamiento se pone difícil, antes de abandonarlo, Corkum sugiere hacer un chequeo mental y respirar profundamente: "Es fácil perder el foco cuando se pone rudo. Yo reviso mi cuerpo y me pongo tareas, como levantar más las rodillas, mantener el cuerpo erguido, la cabeza en alto, los hombros atrás, pero si llega un calambre o realmente me siento mal, entonces me detengo".
No vale la pena exponerse a un golpe de calor, así que pon atención a las señales que el cuerpo te manda: "Es mejor enfocarte en tu seguridad si realmente consideras continuar. A veces estoy mentalmente deshecha, pero no estoy en peligro físicamente. Es cuando me esfuerzo en seguir hasta el final".
Uno de los errores más comunes que Corkum ve en otros corredores es caer en la trampa de la comparación: "Ellos aman hablar sobre el running, entonces es común empezar a compararse con otros corredores". En lugar de ver el exitoso plan de entrenamiento de otros y tratar de imitarlo, Corkum recomienda intentar aprender de otros corredores sin asumir que su metodo puede funcionar igual para ti. "No todos pueden ajustarse a correr cinco veces a la semana. Otros necesitan más y otros necesitan menos". Algunos no sufren con los cambios del clima, ni les importa correr cuando muchos aún están en cama.
Aun después de correr 21 maratones, Corkum admite que algunas veces se pregunta si sus métodos o habilidades son resultado de la comparación. Pero lo importante es celebrar y entender que lo que tú sabes (y puedes hacer) funciona bien para ti.
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Con información de Well + Good