Sentirnos inflamados y escuchar que nuestro estómago parece una “orquesta” por los ruidos que se producen en él, están entre las peores cosas que podemos experimentar. Si esto te pasa con regularidad, no te preocupes, ahora existe una solución: el yoga mejora la digestión.
Está demostrado científicamente que al practicar esta disciplina se logra un perfecto equilibrio entre cuerpo y mente, lo que favorece una mayor conciencia al momento de alimentarnos.
La razón por la que el yoga mejora tu digestión es que activa cada uno de tus órganos internos, lo que evita el tránsito lento, reduce la inflamación abdominal y puede reducir tus niveles de estrés.
¿Cuáles son las posturas de yoga para mantener una buena digestión? Te las mostramos:
Dale un masaje a tus órganos
Especialistas de Mayo Clinic afirman que practicar yoga mejora la digestión porque las posturas y los ejercicios de respiración y meditación relajan el cuerpo. Esto ayuda a acelerar la motilidad del tubo digestivo, es decir, a una mayor activación en los intestinos, lo que se traduce en cero estreñimiento.
Empero, ¿por qué el yoga mejora la digestión? Es muy sencillo, las posturas o las asanas masajean los órganos internos e incrementan el flujo de sangre hacia el estómago, lo que favorece el tránsito intestinal.
Una razón más para que ames el yoga
El estómago es nuestro segundo cerebro, reza un dicho popular, y en realidad es una referencia a que millones de bacterias que viven en el intestino producen sustancias que modulan nuestro estado de ánimo y, por ende, intervienen a favor de nuestra salud digestiva.
Recuerda que cuando tenemos un control de pensamientos y sentimientos nuestros órganos internos, como los intestinos y el hígado, éstos funcionan de forma correcta, lo cual te ayuda a mejorar tu digestión.
Si quieres revertir los episodios de estreñimiento o indigestión, una alternativa es que practiques todos los días 15 minutos de yoga y consumas un yoghurt rico en probióticos como las bifidobacterias. Esto se traducirá en menor frecuencia de ruidos intestinales, gases y sensación de inflamación.