Durante el confinamiento por la pandemia, muchas personas decidieron llenar sus casas con plantas, a las que se dedicaron devotamente para aprovechar el tiempo y aminorar la soledad. 

Pero ahora que cada vez más personas deben volver al trabajo presencial o realizar más actividades fuera de casa, ¡no hay que olvidarse de ellas! Si ya no tienes demasiado tiempo todos los días, puedes dedicar un rato los fines de semana para cuidarlas y consentirlas. 

Las siguientes son siete cosas que puedes hacer por ellas, para que así se mantengan hermosas.

1. Ventila la tierra

Con el tiempo, la tierra puede compactarse y esto ocasiona que no absorba el agua; para evitarlo, es necesario airearla o ventilarla. Para hacerlo, sólo necesitas un palillo de madera (como los que se usan para las banderillas o en repostería). Simplemente toma el palillo, húndelo un poco en la tierra y hazlo girar; repite esto alrededor de la maceta, en tres o cuatro puntos diferentes, para darle un poco de aire fresco a tu planta.

2. Limpia sus hojas 

Las hojas de las plantas pueden acumular polvo, que las hace ver opacas. Por ello, es necesario limpiarlas al menos una vez a la semana con ayuda de un paño suave, una toalla de papel o un paño de microfibra. Sólo humedece un poco el material que elijas y limpia con cuidado las hojas de tu planta. Además, puedes usar un atomizador para rociarles un poco de agua y refrescarlas. 

3. Usa aceite de neem

Este aceite funciona como un pesticida natural, por lo que te puede ayudar a eliminar y prevenir las plagas que pudieran atacar a tus plantas. Para usarlo debes diluirlo en agua (revisa las instrucciones del producto que adquieras para conocer la proporción recomendada, pero generalmente es de 1 cucharadita por cada litro de agua). Colócalo en una botella con atomizador y rocía en poca cantidad en las hojas, tallo, ramas y la tierra. 

Puedes hacerlo una o dos veces al mes y sólo asegúrate de no dejar tus plantas al sol, por lo menos 2 días después de la aplicación, para evitar que sus hojas se quemen o se hagan amarillentas. En este enlace puedes adquirir una de las opciones disponibles de aceite de neem.

4. Trasplanta o cambia de lugar cuando sea necesario

Si la maceta donde la colocaste ya se ve pequeña para lo que ha crecido tu planta, puede que haya llegado el momento de cambiarla a una más grande para darle más espacio a sus raíces y ayudarla a crecer más saludable. Sólo sácala con cuidado de no maltratar sus raíces, colócala en la nueva maceta y agrega la cantidad adicional de tierra que sea necesaria. 

Además, podría ser necesario colocarlas en un lugar diferente. Ahora que el sol es mucho más intenso, algunas plantas pueden necesitar más sombra. O si notas que tu planta se inclina hacia un lado, sólo tienes que voltear la maceta de vez en cuando para que le de sol de todos lados. 

5. Usa fertilizante

Los fertilizantes son la mejor forma de estimular el crecimiento de tus plantas. Y lo mejor es que puedes usar ingredientes naturales que normalmente tienes en casa, como cáscaras de plátano, cascarones de huevo, bolsitas de té, restos de café o de infusiones, etcétera. Si quieres saber qué ingredientes puedes usar, checa esta nota: 5 fertilizantes naturales que seguro tienes en casa. 

Y también puedes preparar composta casera, que será un gran nutriente para tus plantas. Checa cómo hacerlo en esta nota: ¿Cómo hacer la composta casera, qué agregarle y qué no?

Finalmente, además de estos pasos, el riego según las necesidades de tu planta es muy importante. Aprende a conocer cada tipo de planta y la frecuencia con la que necesitan agua para que no se ahoguen ni mueran de sed. Y como consejo, es mejor regar las plantas por la mañana, especialmente cuando hace calor para que la planta pueda absorber el agua antes de que se caliente demasiado y se evapore.

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