¿Sabes cuál es tu propósito en la vida? Al hacer esta pregunta, muchas personas responden algo relacionado con su profesión, con el trabajo que realizan o con sus gustos y aficiones; pero aunque el propósito tiene que ver con todo esto, también va más allá.

Además de tu ocupación, gustos y aficiones, tu propósito es aquello que le da sentido a tu vida, lo que te motiva a despertar y activarte cada día, lo que te impulsa a dar lo mejor de ti; es lo que te hace sentirte satisfecho con quien eres y con lo que haces; es la razón por la que vives y por la que sientes que la vida vale la pena. 

Para comprender mejor el concepto de propósito, puedes recurrir al concepto japonés de “ikigai” (iki, “vida” y gai, “que merece la pena”). Ikigai es el propósito o sentido de la vida que resulta de la intersección entre:

• Lo que amas (tu pasión)
• Lo que necesita el mundo (tu misión)
• Aquello en lo que eres bueno (tu vocación)
• Aquello por lo que te pueden pagar (tu profesión)

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Cuando logras encontrar lo que hay el centro de estos cuatro elementos básicos, puedes alcanzar la plenitud y la satisfacción con el rumbo de tu vida. Pero es importante aclarar que el ikigai no es un propósito inamovible; puedes tener más de uno y éstos pueden cambiar con el tiempo, conforme creces y evolucionas.

Para dar con ese propósito es necesario que seas honesto contigo mismo, que te conozcas bien y descubras cada uno de los elementos que conforman el ikigai. Una de las recomendaciones más importantes para encontrar tu propósito es que mantengas tu curiosidad y siempre estés abierto a intentar, descubrir y aprender cosas nuevas, ya que las nuevas experiencias pueden contribuir a expandir tu panorama y tus posibilidades, así como a sacar lo mejor de ti mismo. 

Las siguientes señales indican que estás en el proceso de descubrir tu propósito de vida.

Has experimentado una montaña rusa de emociones

Ese tornado de emociones puede deberse a que has experimentado un cambio en tu conciencia, lo cual te hace sentir que hay aspectos de tu personalidad con los que ya no te identificas del todo. Puede que empieces a dejar atrás a personas, grupos, intereses y actividades, para empezar a interesarte e involucrarte en otros. 

Ya que parte de encontrar tu propósito implica expandir tu conciencia, el universo te enviará oleadas de apoyo energético para comenzar a avanzar hacia él. Dicho apoyo puede verse y sentirse muy diferente en cada persona.

Algunos pueden sentir el impulso de alejarse de las personas y situaciones que ya no sintonizan con su energía y experimentar el consecuente sentimiento de pérdida, dolor o decepción. Otros pueden sentir una emoción renovada, un shot de energía o un impulso para ser útil y el sentimiento de conexión que lo acompaña. Muchas veces este impulso también va de la mano de un sentimiento de urgencia por realizar su propósito.

Conectas con los contenidos de autoayuda y autoconocimiento

La idea de despertar al propósito y la forma de descubrir el camino para hacerlo son temas que se han popularizado recientemente. Esto se debe a que ese despertar tiene un efecto dominó. Cuando una persona despierta a su propósito, la energía de su trabajo en el mundo hace que otros también inicien con su despertar.

Una de las formas que adopta esta energía es la transmisión de la sabiduría a través de distintos medios, como los libros de autoayuda y crecimiento personal, pláticas, talleres y cursos sobre estos temas, prácticas curativas y de introspección como la meditación, llevar un diario, llevar un diario de gratitud, etcétera, los cuales te ayudan a conectar contigo mismo, conocerte mejor, descubrir tus motivaciones y así, poco a poco, caminar hacia tu propósito.

Entonces, si de pronto has empezado a sentirte más interesado en la espiritualidad, la autoayuda, el crecimiento personal, el autoconocimiento, las nuevas modalidades de curación o los temas en torno al descubrimiento de tu potencial, probablemente signifique que vas en el camino correcto hacia el encuentro con tu propósito.

Eres capaz de reconocer el potencial de los demás 

La vida es un espejo; lo que ves en tu entorno y en quienes te rodean es un reflejo directo de lo que hay y de lo que ocurre en tu interior. Por lo tanto, lo que ves en los demás es lo que llama tu atención en la vida.

Si eres capaz de ver y reconocer el potencial de los demás es porque en tu interior tienes ese mismo potencial que está listo para expresarse. Y si te resulta frustrante ver que otros no desarrollan ni aprovechan su potencial, puede que se deba a que tú estás listo para despertar a tu propósito y hacer crecer tu potencial, pero te sientes estancado.

Procrastinas

Esto te puede sonar extraño, porque la procrastinación suele verse como algo negativo, pero si la has experimentado recientemente, acompañada de alguna de las otras señales mencionadas, puede ser también un indicio de de que estás cerca de descubrir el propósito de tu vida.

La procrastinación es, en realidad, el miedo a hacer algo. Por ejemplo, inconscientemente puedes sentir que cuando termines tu trabajo, el texto que vas a escribir o el reporte que tienes que hacer, éste será evaluado, criticado y juzgado. Así que te bloqueas y te pones obstáculos para evitar este resultado al postergar la realización de esa tarea.

Cuando pospones las cosas, puede significar que tu propósito empieza a salir a la superficie, pero no logra hacerlo del todo porque lidias con algún miedo que necesitas reconocer y superar para poder encontrarlo y reconocerlo con tu mente consciente.

Cuando todas estas señales se presentan, puede significar que estás muy cerca de dar con tu propósito y llegará el momento en que ya no tengas que buscar, sino que simplemente se tratará de que abras los ojos y te permitas vivirlo conscientemente.

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