Seguramente hemos escuchado e incluso comprobado los muchos beneficios que la meditación puede traer a nuestras vidas, pero quizá una de las cosas que nos frenan para empezar a meditar sea que no tenemos tiempo para dejar de lado el mundo y sentarnos en absoluto silencio. Sin embargo, no tiene por qué ser así. También es posible meditar en movimiento mientras realizas tus actividades cotidianas. Sólo tienes que concentrarte, respirar y poner tu mente en el aquí y el ahora.

Te compartimos cinco formas de llevar a cabo la meditación en movimiento:

1. Mientras te bañas. Concéntrate en las sensaciones que provoca el agua al caer sobre tu cuerpo, contémplate, aspira los aromas del jabón y pon atención al sonido del agua. Enfoca todos tus sentidos en la experiencia del baño, no intentes recordar ni hacer planes de nada, toda tu intención debe estar puesta en ese momento.

2. Mientras limpias tu casa. La meditación en movimiento que te permite la limpieza es una de las más positivas, pues no sólo conectas con tu entorno sino que "cargas" tu hogar de energía positiva. Aquí te decimos cómo hacerlo.

3. Caminando. Salir a caminar es una excelente oportunidad para meditar en movimiento. Aspira el aire fresco y activa todo tu cuerpo, disfruta del paisaje y trata de poner tu mente en blanco. Observa a tu alrededor, conecta con el presente y relájate.

4. Al cocinar. Cuando cocinamos alcanzamos un gran nivel de concentración, que podemos aprovechar para meditar. Pon todos tus sentidos en ese momento, percibe los sabores, los olores y las texturas de los alimentos y deja que se apoderen de ti. Verás lo relajante que se vuelve.

5. ¡Baila! Según la mitología hindú, el mundo se creo bailando. Al mover el cuerpo estamos generando energía creadora que nos pone en un estado de trance muy similar al que se alcanza con la meditación. No importa la música, sino lo que te haga sentir. 

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