Cuántas veces te has preguntado: ¿en qué momento dejaré de sentir esto si me acuerdo del pasado? Es normal que te sientas mal por algo que no salió bien en tu pasado; sin embargo, cuando esto sucede tienes que comprender que no siempre será así, que si te enfocas en tu presente te sentirás mucho mejor. Una de las mejores cosas que puedes hacer en estos casos es reflexionar acerca de lo que aprendiste con esas situaciones, pues solamente así podrás seguir adelante.
Es probable que quieras dejar ir cosas como personas tóxicas con las que te encontraste, trabajos que te drenaron, problemas con tus familiares o amigos. Siempre habrá este tipo de problemas o situaciones en la vida. Antes que nada tienes que reconocer que ya pasó y lo único que sucede cuando le das vueltas es que gastas energía innecesaria, misma que podrías emplear en cosas más productivas de tu presente.
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Toma la decisión de dejar ir. Básicamente, las cosas no desaparecen porque sí. Tienes que tomar la iniciativa consciente sobre que ya es momento de soltar esas cosas dañinas del pasado. Esto es parte de asumir la responsabilidad por tus actos y también reconocer lo que la situación te enseñó. Bien dicen que todo en esta vida pasa por algo y todas las personas que se cruzan en tu camino tienen un porqué, así que mejor toma lo positivo de las experiencias y suéltalas.
Expresa tu dolor, pero también asume la responsabilidad. A veces no quieres reconocer que algo sí te hizo sentir mal por orgullo o pena de no quererte ver como alguien vulnerable. Guardarse las cosas no es nada sano; es mucho mejor que lo expreses en el momento, porque así sacarás todas esas emociones negativas que también te pueden afectar.
Deja de ser la víctima y no culpes a los demás. Es mucho más fácil culpar a los demás que asumir la responsabilidad de las situaciones. Por supuesto que tus sentimientos importan y es necesario que hagas algo para sentirte mejor, pero eso no quiere decir que tus sentimientos o problemas son el centro del universo. Reconoce lo que sí es tuyo y no culpes a los demás por cómo te sientes. Recuerda a los estoicos, que decían que nadie puede hacerte sentir de ninguna manera: tú eres quien decide cómo sentirse ante las situaciones.
Enfócate en el presente, en el aquí y el ahora y disfruta. Ahora es el momento de dejarlo ir. Deja el pasado y deja de revivirlo. Deja de contarte esa historia en la que el protagonista -tú- es siempre la víctima de las horribles acciones de otra persona. No puedes deshacer el pasado, todo lo que puedes hacer es hacer de hoy el mejor día de tu vida.
Cuando te concentras en el aquí y ahora, tienes menos tiempo para pensar en el pasado. Cuando las memorias pasadas se cuelan en tu conciencia (como están destinadas a hacer de vez en cuando), reconócelas por un momento. Y luego regresa suavemente al momento presente. A algunas personas les resulta más fácil hacer esto con una señal consciente, como decirse a sí mismos: "Está bien. Eso fue en el pasado, y ahora estoy concentrado en mi propia felicidad y en hacer __________".
Perdona a quien tengas que perdonar y a ti mismo. Puede que no tengas que olvidar el comportamiento de otra persona, pero prácticamente todo el mundo merece tu perdón. A veces te quedas atascado en tu dolor y orgullo, y no te pasa por la mente perdonar a alguien. Pero el perdón no se trata de decir "Estoy de acuerdo con lo que hiciste", sino "No estoy de acuerdo con lo que hiciste, pero te perdono de todos modos".
El perdón no es una señal de debilidad. En vez de eso, simplemente dice: "Soy una buena persona. Eres una buena persona. Hiciste algo que me dolió. Pero quiero seguir adelante en mi vida y darle la bienvenida a la alegría. No puedo hacer eso completamente hasta que lo deje pasar".
El perdón es una forma tangible de soltar. También es una forma de empatizar con la otra persona y de tratar de ver las cosas desde su punto de vista.
Por supuesto que es mucho más fácil decir las cosas o leer mil y un tips que hacerlo. Pero todo comienza con tu decisión; realmente ponte a pensar cuánta energía gastas en prestarle atención a las cosas del pasado y no moverte hacia adelante.
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Con información de Psych Central