El filósofo hindú Jiddu Krishnamurti ha sido uno de los pensadores más importantes de los últimos tiempos. Cuando piensas en filosofía seguramente los primeros que pasan por tu mente son Platón, Sócrates o alguno de esos filósofos que estudiaste en tu época de colegio. Pero hay muchos más a los que pocas veces se les presta atención, y Krishnamurti es sin duda alguien que dejó muchas enseñanzas valiosas que deberían ser tomadas en cuenta.
Tal vez te encuentres en un proceso de terapia, o simplemente decidiste conocerte mejor. A veces puede ser un poco desesperante que vas a terapia, ves cambios, luego regresan esas actitudes pasadas, vuelves a estar bien, y así se van los días. Ante todo, comprende que nada en la vida es lineal, todo es un proceso y dentro de él siempre habrá altas y bajas. Lo importante es que cuando esas bajas lleguen, te des cuenta de todo lo que sí has logrado, las cosas pequeñas y grandes, y sobre todo, ten paciencia contigo mismo.
Pasas años en la escuela y después nunca dejas de aprender. Lo importante de la educación y de estar constantemente en la búsqueda de nuevos conocimientos es que puedas aplicarlos a tu vida, que reconozcas que en todo lo que existe hay conocimiento y ante todo, que comprendas que el conocimiento te protegerá ante cualquier circunstancia de peligro.
Con tanto estímulo externo que hay hoy en día, es casi imposible tener momentos de quietud y silencio. Pero es necesario que te tomes aunque sea un par de minutos para tener paz y calma y dedicarle tiempo al estudio y al conocimiento. También recuerda, cuando estés en una conversación, darle tiempo a la otra persona para expresar lo que quiere decir y prestar mucha atención, siempre habrá algo nuevo que puedas aprender de todos.
Buscar siempre en algo externo para darte credibilidad o confianza no es la mejor idea. Aunque es bueno que tengas un sistema de soporte para cualquier momento difícil, también debes tener en claro que solamente tú puedes salir adelante si así lo decides. No busques que nadie más te salve y, mejor, confía en tu capacidad y valor para hacer las cosas.
Postergar tus problemas o las cosas que tienes que solucionar no lleva a nada bueno. Krishnamurti te invita a que no dejes pasar las cosas, porque pueden volverse aún más complicadas y solamente te confundirás más. Toma las riendas de tus problemas, todo tiene solución.
¿Cuántos minutos u horas pasas estancado en el pasado o el futuro? Si le prestas atención a tu presente, tendrás mucha más paz. Tómate un minuto en estos momentos, cierra los ojos y piensa en todo lo que te rodea y en aquellas personas que siempre están a tu lado si necesitas algo. Agradece por tu presente.
Tan sólo imagina que eres un nodo en una red inmensa y que todo lo que haces tiene un impacto en los demás. En un mundo tan egoísta tal vez creas que tus acciones diarias, aunque sean mínimas, no tienen un impacto en todo lo que te rodea, pero ¿y si hicieras las cosas mientras tienes en mente a los demás? Tal vez tus acciones serían diferentes.
Siempre habrá problemas en la vida, pero ante todo debes mantener la calma y mirar las cosas de forma objetiva. Puede ser que estés en medio de un ataque de ansiedad o de miedo, pero antes de hacer cualquier cosa, tómate un minuto y evalúa si lo que sientes es real o no. Tómate un minuto, respira y regresa a tu presente.
El amor verdadero es el que no espera nada; simplemente das amor porque lo sientes, no porque quieres obtener algo. Esto sería lo ideal en una relación sana, y no solamente de pareja sino también con tus familiares, amigos y compañeros de trabajo. Haz las cosas porque te nace y porque es lo que quieres, no por ver qué recibirás.
Aunque estas frases suenen como un cliché o como algo "lógico", es probable que si las ves o lees en momentos difíciles, cambiará tu perspectiva de la situación. A veces sólo necesitas eso, un mensaje, una frase o una simple sonrisa para recordar que hay mucho más por lo cual preocuparte que solamente tus problemas y tus cosas. No te dejes caer en el victimismo, asume tus problemas y búscales una solución. Y como bien dice Krishnamurti, siempre mantén la cordura.