Desde tiempos muy antiguos, se le ha dado una gran importancia a la Luna: los poderes místicos que tiene, el efecto que tiene sobre las mareas, sobre las cosechas, y así, un gran número de fenómenos se le han adjudicado a la Luna. Así como tiene estos poderes sobre la naturaleza, el neurocientífico Mark Filippi notó que la Luna tiene un impacto sobre tu mente y cuerpo.
Filippi utilizó el método somático para darse cuenta de que la Luna afecta la producción de ciertos neurotransmisores en el cerebro. En resumen, cada una de las fases lunares tiene diferentes impactos. Asimismo, Filippi descubrió que existe un vínculo entre tu ciclo biológico interno y el del mundo exterior. Es decir, lo que pasa afuera, en tu entorno, siempre tendrá un efecto en cómo te sientes.
Luna nueva o novilunio
Esta es la etapa en la que la Luna es difícil de distinguir, tiene una duración aproximada de 1 semana y la Luna crece conforme pasan los días. Esta es la fase en que te puedes volver un poco más sensible y receptivo a los demás. Sientes mucha energía, pero poca concentración.
Es un momento de inspiración, pero de poca atención al detalle. Filippi dice que esto se debe a que en esta etapa tu cerebro crea más acetilcolina, el neurotransmisor encargado de la memoria, la percepción del dolor y el aprendizaje.
Durante esta fase es buena idea que tomes un tiempo para ti solo y le des un reset a tu cuerpo y mente. No te sientas mal por cancelar planes si no te sientes con ánimo, escucha a tu cuerpo y emociones y dales lo que necesitan.
Luna creciente
Durante esta etapa el círculo está completo, la Luna está más luminosa. Aquí es donde la serotonina hace de las suyas, lo cual tiene como efecto que te sientas con mucha más energía, creatividad y concentración. Es también un momento perfecto para la introspección y para tratar de encontrar respuestas internas. Es posible que también te sientas mucho más fantasioso que de costumbre.
Cuarto creciente
En este período puedes sentir que tus emociones están obstruidas, y puedes llegar a sentir algún tipo de resistencia. Si te propusiste hacer algo durante la luna nueva, es posible que ahora sientas que no lo vas a lograr. Esta etapa se trata de los desafíos, las decisiones y la acción. Puedes tomar las riendas de tus planes con una lista o un diario, para que veas cómo van tus avances o qué te hace falta para lograr lo que quieres.
Gibosa creciente
¿Has notado que algunas veces puedes ver a la Luna durante el día? Es porque se encuentra en esta fase. Aquí es cuando debes concentrarte en cultivar gratitud, compartir con los demás y estar entusiasmado por los proyectos o cosas que haces en tu cotidianidad. Si has trabajado constantemente, es hora de sentir los beneficios de dicho trabajo.
Luna llena o plenilunio
El ciclo se revierte y es tiempo de soltar. Así como el tamaño de la Luna se hace pequeño de nuevo, tú tienes que estar listo para dejar algunas cosas que ya no te sirvan. Si durante el mes te has sentido con enojo, tristeza, resentimiento o cualquier otra emoción que no sea del todo positiva, es momento de soltar todo eso.
Puedes aprovechar esta fase para realizar algún tipo de limpieza energética, puedes hacer también un ritual para dejar ir, una meditación para el desapego y cierre de ciclos, o asistir a algún tipo de clase de yoga con esta temática.
Cuarto menguante
Es momento de relajarte, recuperarte y soltar todo al universo. Energéticamente es posible que te sientas vacío o muy cansado. Es una nueva oportunidad para que comiences desde cero y empieces un nuevo ciclo.
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