La ciencia lo dice: tener una práctica diaria de meditación o mindfulness es necesario para tener una vida más saludable. No es coincidencia que esto sea algo muy de moda en los últimos años. Si eres nuevo en esto o quieres incursionar pero no sabes nada al respecto, estos tips te serán de gran ayuda para iniciar y desarrollar tu práctica.
Antes de iniciarte en el mundo de la meditación o la atención plena (mindfulness), es importante que tengas claro que ésta no necesita ser evaluada en términos de si es una práctica "buena" o "mala". Esta mentalidad basada en el rendimiento no tiene nada que ver. Si hay alguna meta en la práctica, es simplemente aprender.
Por ejemplo, al concentrarte en tu respiración aprenderás sobre lo que sientes al poner atención en ella. Si la mente deambula mucho, entonces aprendes cuán ocupada está. Si vaga mucho sobre un tema en particular, aprendes hasta qué punto ese asunto es relevante y necesita ser atendido.
La práctica de la atención plena no es tan efectiva si no lo haces desde el corazón. Es como si te inclinaras ante la vida y le dieras las gracias por todo lo que pasa en tu cuerpo, en tu respiración, en tu mente, en todo. Así que entrégate por completo a ese momento que es como un regalo que te das a ti mismo.
Vas a ser completamente imperfecto en esto, como todo aquel que comienza con algo nuevo. Si el tiempo pasa y te olvidas de practicar mindfulness, en lugar de enojarte y juzgarte, practica "perdonar e invitar". Perdónate por el tiempo pasado, investiga lo que te sacó del camino, y luego en ese espacio de conciencia invítate a ti mismo a comenzar de nuevo.
Tal vez la parte más importante de esta práctica es agradecerte a ti mismo cada vez que lo hagas. Reconócete a ti mismo por hacer el esfuerzo de tomarte un tiempo libre del trabajo diario para tu propio aprendizaje, salud y bienestar.
Podrías hacer los cuatro elementos previos de la práctica por tu cuenta, pero seguro ayuda cuando tienes alguien que te guíe para hacerlo, sobre todo si sientes que no encuentras tu camino o no sabes qué hacer. Así que puedes recurrir a alguien con experiencia en el tema o inscribirte a alguna clase para comenzar con una práctica de mindfulness.