Meditar reduce y previene la ansiedad, eso no es un secreto para nadie; pero hay mejores formas de hacerlo, algunas más pertinentes que otras. La ansiedad es un conjunto de sensaciones como el temor, la taquicardia, la inseguridad y la tensión muscular, que al final detonan un estrés agudo. Se calcula que el 20% de la población mundial sufre sus consecuencias. Además, el ritmo de las grandes ciudades marca las pautas de vida y es el escenario perfecto para la tormenta perfecta: personas ansiosas, inseguras y dóciles, además de furiosas. Debido a esto, la mayoría de la gente suele recurrir a medicamentos para aliviar el padecimiento y aunque éstos suelen funcionar, hay formas más saludables y menos invasivas para allanar el camino, como la meditación.
Quentin Vennie, un instructor de meditación diagnosticado con ansiedad generalizada severa y trastorno de pánico, está de acuerdo en que la meditación puede ser difícil al principio, porque las personas ansiosas no son capaces de entender el “ocio”. Vennie explica que esa es la razón por la cual los individuos con ansiedad evitan a menudo la meditación, al menos en un principio:
Nos gusta estar ocupados. De esa manera, no tendremos pensamientos ni temores de ansiedad.
Además, Bert Simmerl, instructor de atención plena o mindfulness, agrega que:
La primera vez que (personas con ansiedad) escuchan la sugerencia de estar quietas, puede ser aterrador. La meditación en sí misma puede convertirse en el desencadenante de la ansiedad.
Esto no significa que quienes padecen ansiedad sean incapaces de meditar. Simplemente es una explicación de las razones detrás de la resistencia inicial que pueden enfrentar, así como otros retos, ya que la meditación no es un paliativo sino una práctica gentil que te lleva a descubrir y enfrentar lo que hay en ti. Con tiempo y constancia, la meditación practicada apropiadamente ayuda a calmar la mente y obtener perspectiva de aquellos problemas que te aquejan. Asimismo contribuye a un entendimiento profundo de la respiración y, cuando logras respirar con libertad, la ansiedad cede.
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La clave para reducir la ansiedad es entrar en estado alfa, pues en ese estado podrás recuperar el control de tus emociones y pensamientos al instante, lo que es clave para evitar el estrés. Cuando aprendes a entrar en dicho estado puedes anular la respuesta automática que produce la ansiedad, ya que el cerebro libera sustancias calmantes para contrarrestar las hormonas del estrés que provocan tensión. Además, este estado mental te permite pensar con claridad y ver la situación desde una perspectiva diferente, desarrolla la intuición ayudándote así a tomar buenas decisiones para resolver los problemas y enseña a controlar los pensamientos y emociones. Medita, pruébalo; no pierdes nada, y si funciona ganarás todo.
Con información de Headspace