Los beneficios de la meditación trascendental (MT) han sido promovidos durante mucho tiempo, tanto por los profesionales como por los clínicos. Las investigaciones han apoyado su efectividad para ayudar a tratar la ansiedad, la depresión, el estrés postraumático, promover la función cerebral óptima y más. Pero la causa de esos beneficios no ha sido completamente entendida.

Una nueva investigación del IMT de Lucca en Italia recientemente encontró que esos beneficios existen gracias a ciertos cambios en el cerebro que ocurren durante y después de la práctica.

Este tipo de práctica se diferencia de otras formas de meditación o mindfulness en que busca entrenar la mente para permanecer en el momento presente y prestar atención a los pensamientos y sensaciones, mientras que está diseñada para dirigir tu atención hacia dentro, más allá del pensamiento, y no implica ningún enfoque o concentración.

Esta investigación permite profundizar en la conexión entre el cerebro y tus estados emocionales y mentales, y, además, en cómo las estructuras cerebrales pueden influir en tu bienestar.

"El hecho de que la meditación trascendental tenga efectos medibles en el 'diálogo' entre las estructuras cerebrales involucradas en la regulación de los estados afectivos abre nuevas perspectivas para la comprensión de las relaciones cerebro-mente", añade el doctor Pietro Pietrini, director del IMT y coordinador del estudio.

Esta investigación muestra que sólo unos pocos meses de MT es todo lo que se necesita para producir un efecto positivo en el bienestar de las personas, además de cambios físicos tangibles en el cerebro.

Cómo practicar la meditación trascendental

Se recomienda que para comenzar con cualquier tipo de meditación, te acerques a un experto para aprender mejor la técnica. Si esto no te es posible, puedes seguir estas recomendaciones para llevarla a cabo. Siempre pon atención a tu cuerpo y las emociones que surjan.

1. Siéntate en una silla cómoda con los pies en el suelo y las manos en el regazo. Deja tus piernas y brazos sin cruzar.

2. Cierra los ojos y respira profundamente para relajar el cuerpo.

3. Abre los ojos y vuelve a cerrarlos. Tus ojos permanecerán cerrados durante los 20 minutos de práctica.

4. Repite un mantra en tu mente.

5. Cuando reconozcas que tienes un pensamiento, simplemente vuelve al mantra.

6.  Después de 20 minutos, empieza a mover los dedos de las manos y de los pies para facilitar tu regreso al mundo.

7. Abre los ojos.

8. Siéntate unos minutos más, hasta que te sientas listo para continuar con tu día.