Cada vez más escuelas en diversos países se suman a la tendencia de cambiar los castigos por tiempo de meditación y prácticas de atención plena, lo cual, además de ayudar a que los alumnos reflexionen sobre aquello que hayan hecho mal, les permite manejar mejor el estrés y las presiones de la vida escolar.
Los niños en edad escolar, especialmente los que asisten a escuelas en lugares como Estados Unidos, donde se han suscitado eventos violentos, están aún más presionados y estresados, debido a cuestiones como los tiroteos escolares que se han vuelto frecuentes y, por lo tanto, deben vivir con una mayor seguridad, simulacros de encierro y una creciente tensión en su entorno.
Sin duda, la meditación puede ayudar a los estudiantes a mantener la calma y, con suerte, liberar cualquier temor y ansiedad que pueda persistir debido a estos desafortunados actos de violencia.
Además, algunas escuelas optan por sustituir los castigos y las detenciones por tiempo dedicado a la meditación y la atención plena, con el fin de ayudar a los estudiantes a reflexionar, equilibrar sus emociones y liberar el estrés que les ocasionan tanto sus deberes escolares como las situaciones que viven con sus compañeros, amigos y en sus casas.
En algunas escuelas estadounidenses en las que se ha introducido la meditación como una práctica diaria entre los estudiantes de primaria se han obtenido algunos resultados notables, incluida una disminución del 79% en las suspensiones, un aumento de la asistencia al 98.3% y un incremento general de los promedios de calificaciones de 0.4.
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Para incluir la meditación dentro del programa de actividades diario sin descuidar las horas de clases y demás actividades, lo que las escuelas han hecho es agregar 30 minutos a sus horarios diarios, para dedicar ese tiempo a la práctica meditativa.
En entrevistas que se han realizado con los estudiantes, académicos y empleados escolares que se han sumado a las prácticas de meditación, todos indican que estas prácticas les han ayudado a ser más conscientes de sus acciones, a lidiar con emociones como el enojo y la tristeza, a calmar su estrés y a encontrar un estado de paz.
Así, además de ser útil en la vida dentro de las escuelas, la meditación puede ayudar a los chicos a cambiar la forma en que lidian con la violencia, el trauma y el estrés de la vida cotidiana.
Así que, si en la escuela de tus hijos no existe una práctica como esta, puedes animarlos a que mediten en casa, primero contigo, para que los guíes o aprendan juntos, y después incluso podrían empezar a hacerlo por su cuenta e integrarlo a sus rutinas diarias.
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Con información de Collective Evolution