Los conflictos del mundo y las grandes ciudades llenas de ruido, de prisa y de conflictos emocionales, han orillado a que cada vez más personas busquen un equilibrio espiritual que les brinde serenidad. Las tradiciones ajenas a sus contextos en la cultura occidental son para muchos esa solución, para introducirse en esta milenaria corriente espiritual.
El budismo ofrece herramientas para enfrentarse a los problemas, preocupaciones y confusiones de la vida diaria, a la vez que ofrece alternativas básicas para empezar a iluminar una vida donde la paz, la conciencia y la satisfacción encuentran equilibrio.
Durante más de 2 mil 500 años, el budismo ha sido la inspiración principal detrás de muchas civilizaciones, la fuente de grandes logros culturales y una guía duradera y significativa de vida para millones de personas. Hoy un gran número de hombres y mujeres en todo el mundo siguen las enseñanzas de Buda.
Para empezar a despejar tus dudas, primero debes saber dónde nació el budismo. El hombre que se convertiría en Buda nació hace unos 2 mil 600 años y se llamaba Siddharta Gautama. Era príncipe de un pequeño territorio, cerca de lo que ahora es la frontera entre la India y Nepal. Creció con todas las comodidades que le brindó su posición aristocrática, pero ninguna cantidad de placer material podía satisfacer la naturaleza investigadora y filosófica del joven.
A los 29 años abandonó el palacio y la familia para buscar un significado más profundo en los bosques y las montañas remotas del noreste de la India. Luego, a la edad de 35 años, en la noche de luna llena de mayo, se sentó bajo las ramas de lo que ahora se conoce como el árbol Bodhi; ahí logró adentrarse en su mente, en la profunda quietud interna.
Con la práctica alcanzó la iluminación espiritual, y desde ese momento fue conocido como Buda. Su visión profunda no fue una revelación de algún ser divino sino un descubrimiento hecho por él, basado en el nivel más profundo de meditación. Significaba que ya no estaba sujeto al deseo, la mala voluntad y la ilusión, sino que estaba libre de sus cadenas, había alcanzado el final completo de todas las formas de sufrimiento interno y la paz inquebrantable.
Al haber alcanzado el objetivo de la iluminación perfecta, Buda pasó los siguientes 45 años en la enseñanza de un camino que, cuando se sigue con diligencia, puede conducir a cualquier persona a ese mismo estado. Las enseñanzas sobre este camino se llaman dhamma, que significa "la naturaleza de todas las cosas" o "la verdad que subyace en la existencia".
La enseñanza central de Buda, alrededor de la cual giran todas las otras enseñanzas, son las Cuatro Nobles Verdades:
Según el sitio Buddhism for Beginners, a diferencia de otras religiones, el budismo no tiene una ceremonia de conversión y no es necesario renunciar a ninguna otra creencia. Existe la ceremonia de los Tres Refugios (el Buda, el dharma y la sangha), a menudo realizada junto con una ceremonia en la que el individuo se compromete a guardar los cinco preceptos, pero ambos son opcionales. De hecho, muchos occidentales prefieren no llamarse a sí mismos budistas en absoluto.
Algunas obras para acercarte al budismo:
1. El saber del Buda, de Gill Farrer-Halls.
2. El Budismo: un estudio conciso y objetivo de su doctrina y práctica, de John Snelling.
3. Budismo para principiantes, Thubten Chodron.