El solsticio que ocurre este 21 de diciembre determina el inicio del invierno y es, además, tanto el día más corto del año como la noche más larga. La razón de ello es que, en este día, el Sol alcanza su máxima declinación al sur, su altura máxima al mediodía es muy baja y parece no moverse mucho en relación con el horizonte. De hecho, de ahí proviene el nombre "solsticio", que en latín (solstitium) significa "sol quieto".
Debido a la importancia del Sol para las civilizaciones y religiones antiguas, en esta fecha se puede disfrutar de diversos fenómenos arqueoastronómicos que se dan en consctrucciones precolombinas como Chichén Itzá, Dzibilchaltún, Uxmal, Oxkintok, San Antonio Chel y Mayapán, principalmente.
Además, en el mundo de la espiritualidad y el esoterismo se trata de una fecha relevante energéticamente, debido a que marca el fin de un ciclo y el inicio de otro.
Por esta razón, puedes aprovechar el día del solsticio de invierno para realizar algún ritual que te ayude a equilibrar tu energía para cerrar el año con la mejor de las vibras. A continuación puedes encontrar tres opciones que te pueden ser de utilidad.
Anota en una hoja de papel aquellos obstáculos o limitaciones que te han impedido alcanzar tus metas, o que no te han dejado perdonar o avanzar, tanto emocional como físicamente. Luego, escribe en una hoja aparte las metas y objetivos que deseas alcanzar, así como la fecha en que quieres lograrlos.
A la hora del solsticio de invierno, rompe en trozos la hoja donde anotaste los obstáculos y quémalos. Realízalo con cuidado y en un lugar seguro, donde no haya riesgo de que provoques un incendio. Mientras observas cómo se consume el papel, visualiza que vences esas dificultades y llénate de energía.
Una vez que sólo queden cenizas, lee la hoja con las metas que quieres lograr y crea una escena mental en la que visualices cómo las alcanzas.
Si no puedes hacer esto a la hora exacta del soslticio por ser de madrugada, no te preocupes, hazlo en cualquier otro momento del día en el que puedas tener unos minutos de silencio y tranquilidad. Más que la hora, lo que importa es la energía liberadora del solsticio y, sobre todo, tu intención.
Para mejorar la energía de tu espacio vital durante el solsticio, limpia a profundidad tu casa y abre todas las puertas y ventanas para que salgan por ellas las energías negativas.
Luego, toma tres velas de diferente color: azul para atraer la paz, amarilla para garantizar la alegría y la armonía, y una más de color rojo para atraer el amor. Colócalas de modo que formen un triángulo y enciéndelas. Realiza una meditación en la que agradezcas por todo lo bueno que te ha dejado el año que está por terminar y abre tu corazón a todo lo positivo que esté por venir en el ciclo que va a iniciar.
Este ritual se puede combinar con el anterior para armonizar tu ser y atraer la abundancia a tu vida.
Al realizar la meditación, procura usar ropa blanca, enciende un poco de incienso y pon música instrumental que te inspire. Después haz cinco respiraciones profundas. Visualiza una luz color violeta que entra por el chakra de la corona (en la parte superior de la cabeza) y llena todo tu cuerpo hasta salir por los pies.
Posteriormente, mientras respiras pausadamente, visualiza un rayo de luz dorada que sale de tu corazón y traspasa una puerta imaginaria abierta en el horizonte. Ese es tu nuevo año. Más allá de la puerta, imagina que todo es luz, paz, amor, abundancia y gratitud.
Imagina que avanzas hacia la puerta hasta que tu cuerpo y el rayo de luz sean uno solo y crucen juntos el umbral. Agradece por toda esa energía buena que estás por alcanzar y termina la meditación con respiraciones profundas.