Quizá nunca antes habíamos deseado que un año se acabara tanto como ahora. Claro que todos hemos tenido años mejores que otros, pero a nivel colectivo y global este que se va sí que fue un reto, por la pandemia y todos los cambios que trajo en nuestra rutina.

En los días recientes, he platicado con muchas personas que dicen no encontrar nada bueno en 2020, sólo dificultades económicas, escolares y por supuesto de salud. Pero incluso en los momentos más complicados, hay lecciones que podemos abrazar y agradecer.

Si tú también sientes que no hubo nada bueno, te comparto esta idea para cerrar el año con gratitud. Es un ritual que puede ayudarte a iniciar el nuevo ciclo libre de tristeza, resentimiento e incluso rencores que tengas acumulados.

Solo necesitas una libreta, pluma y tiempo libre en un espacio silencioso.

Siéntate en una posición cómoda y adapta el espacio para que puedas relajarte, ya sea que bajes la luz, prendas un incienso o tu difusor de aceites esenciales. Lo importante es que en verdad te dediques unos minutos en calma a contemplar el año que está a punto de irse. Pregúntate: ¿qué viví en 2020?

Si ha sido un tiempo muy difícil para ti, seguramente lo primero que llegará a tu mente serán esos episodios incómodos e incluso duelos, si lamentablemente perdiste a alguien querido por la pandemia. 

También podrías confrontarte con otro tipo de pérdidas, como de empleo o de ingreso, e incluso de algunos planes que quizá fueron truncados por la nueva normalidad: fiestas, graduaciones, bodas o cualquier otro tipo de evento social que era significativo para ti, pero no pudiste vivir.

Observa cómo te sientes al visualizar esos momentos y escribe libremente lo que experimentas. Juega con los tamaños de letra, pon más grandes los sentimientos que dominen y escribe sin juicio ni filtro. Respira profundamente por tu nariz mientras realizas esta introspección.

Y ahí llega lo primero que puedes agradecer. Si pudiste respirar profundamente por tu nariz: ¡eres muy afortunado! Vaya que este año revaloramos lo importante que es ese sencillo y esencial acto vital, respirar es un regalo. Agradece porque puedes hacerlo y observa qué pasa con tus emociones… registra en la libreta lo que sientes al agradecer por tu respiración.

Pregúntate ahora: ¿qué otras bendiciones tengo y casi no les pongo atención? De nuevo, deja que las imágenes y las respuestas fluyan por tu mente mientras continúas respirando, mientras percibes la relajación en tu cuerpo. Pueden llegar personas, situaciones cotidianas que pocas veces observas… permite que esos recuerdos y momentos luminosos llenen tu corazón de buena energía. Empieza a escribir ahora lo que te hace sentir el contemplar lo bueno de la vida.

Nota cómo hasta tu tipo de letra va cambiando, percibe la paz que trae consigo la gratitud y decreta que la mantendrás cerca de ti durante la transición de ciclo. Recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, tienes la capacidad de iluminarte a través del sencillo acto de agradecer.

Antes de cerrar el ritual, guarda tu libreta y tómate un instante para inhalar profundo y exhalar en suspiro 3 veces.

¡Deseo que el 2021 traiga para ti y para toda esta hermosa comunidad de Harmonía todo lo bueno: salud, amor, felicidad, bienestar y paz mental!

Namaste.

Foto de portada: Jcomp / Freepik