Dentro de la práctica del yoga y la meditación, existe un conjunto de técnicas de respiración que nos permiten entrar en contacto con nuestro cuerpo energético. La envoltura que se ubica debajo de nuestra capa física y que está compuesta, básicamente, por el prana o energía vital y la kundalini o energía divina.
Es común que, al ser una función fisiológica autónoma, pongamos poca atención al ir y venir del aire por nuestro organismo. No necesitamos hacer ningún esfuerzo especial, simplemente pasa. Sin embargo, aprender a controlar la inhalación y exhalación puede transformar tu forma de vivir.
La técnica que hoy te comparto se llama Nadi Shodana; cualquiera puede realizarla, ya que el único requisito que demanda es tener ganas de crear conciencia sobre tu respiración y descubrir su poder energético.
Para que te des una idea de lo sencilla y placentera que es, te cuento que muchos maestros la llaman también “la respiración feliz"; en pocas palabras, consiste en balancear lo que sucede del lado derecho y del izquierdo.
El principal beneficio que esta técnica le ofrece a tu sistema respiratorio es evitar que tengas una fosa nasal dominante, que se esfuerce y desgaste más. Ese mismo efecto llega hasta el cerebro a través de los nervios en los senos paranasales: cuando respiras por la fosa derecha, estimulas tu hemisferio izquierdo y viceversa.
Como sabes, todo el trabajo físico encuentra correspondencia en la anatomía energética. En este caso, cada que abres tu fosa nasal derecha animas Ida Nadi, el canal lunar por el que se mueve la energía femenina asociada a la creatividad, la expresión y las emociones; cuando respiras por tu lado izquierdo trabajas con Pingala Nadi, que es solar, masculino, racional, lógico y espacial. Practicar la técnica Nadi Shodhana que describo a continuación también permite equilibrar esa dualidad que todos tenemos, para recibir lo mejor de ambas energías.
1. Siéntate cómodamente, en la posición que tú prefieras.
2. Dobla el dedo índice y medio de tu mano derecha hacia la base del pulgar; los otros tres dedos quedan rectos; esto se llama Vishnu Mudra.
3. Haz una respiración normal y al concluir la exhalación tapa con tu pulgar la fosa nasal derecha.
4. Inhala por la fosa nasal izquierda.
5. Cierra con el anular y meñique la fosa nasal izquierda y libera la derecha para exhalar por ahí.
6. Inhala por la fosa nasal derecha.
7. Cierra con tu pulgar la fosa nasal derecha y abre la izquierda para exhalar.
8. Inhala por la fosa nasal izquierda.
9. Repite las veces que sientas necesarias para relajarte.
Al principio puede parecer confuso, pero si lo haces mientras lo lees verás que en realidad es sencillo. Un buen tip es mantener en mente que el ritmo es así: exhala, inhala, cambia; exhala, inhala, cambia.
NAMASTE.