Hay varias definiciones de mantra; una de las más bonitas es que son los úteros de los cuales nacen todos los sonidos. Por su origen sánscrito, la palabra se traduce como "herramienta para el control de la mente". Todos los conocemos como afirmaciones que nos inspiran y motivan.
En la tradición yogui los mantras son sílabas, palabras o frases que nos conectan con virtudes o energías divinas. Pueden estar asociados con algún chakra, un dios o a los textos sagrados del hinduismo y aunque hace cientos de años se les atribuían poderes mágicos, hoy se utilizan como parte de la evolución espiritual de los practicantes.
Su fuerza radica en las vibraciones, pues se afirma que al enunciarlos o cantarlos se produce una alineación universal basada en la comprensión de su sentido. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente, que sólo funcionan si sabes lo que significan. Aquí no aplica “washawashear”.
Entre los beneficios de la repetición de mantras se encuentran:
La práctica de mantras consiste en la repetición de los mismos, puede ser mental o vocalmente. Si quieres iniciarte en este camino, prueba con la sílaba sagrada más conocida: OM. No creas que tienes que crear todo un ambiente para cantarlo durante horas, prueba repetirlo en tu mente cuando sientas estrés o ansiedad. También puedes incorporarlo como canto al inicio o fin de tu meditación; unas tres o cinco respiraciones son excelentes para empezar. Recuerda que lo más importante es su vibración. Siéntela, déjate llevar y adéntrate en su significado. Aquí más información sobre esta sílaba esencial.