La toltequidad es un sistema de conocimiento que se origina en la tradición tolteca, una cultura precolombina que floreció en México central antes de la llegada de los españoles. Este sistema de creencias y prácticas espirituales ha sido revitalizado y compartido con el mundo moderno a través de las enseñanzas de figuras como Don Miguel Ruiz, autor de "Los Cuatro Acuerdos", un libro que ha llevado la sabiduría tolteca a millones de personas alrededor del mundo. Pero, ¿qué es exactamente la toltequidad, y cómo podemos aplicar sus principios en nuestra vida cotidiana?
La toltequidad es un camino espiritual basado en el conocimiento y prácticas de los antiguos toltecas. No es una religión, sino más bien un conjunto de herramientas y enseñanzas diseñadas para guiar a los individuos hacia una vida de armonía, equilibrio y felicidad personal. Se centra en la autoexploración, la conciencia y la transformación personal, promoviendo una vida vivida con integridad, amor y respeto por todas las formas de vida.
Los toltecas fueron una civilización mesoamericana conocida por su avanzado conocimiento en ciencia, arte y espiritualidad. La toltequidad, sin embargo, no se limita a los descubrimientos arqueológicos de esta antigua cultura, sino que se refiere más bien a la sabiduría espiritual y filosófica que ha sido transmitida a través de generaciones de maestros espirituales originarios del antiguo Anáhuac (como se conocía a la región mesoamericana precolombina), hasta llegar a nuestros días.
La toltequidad se basa en varios principios fundamentales que buscan la armonización del individuo con el universo y la naturaleza. Algunos de estos principios incluyen:
- Vivir con integridad: Ser auténtico y verdadero en palabras y acciones.
- Conciencia del sueño: Reconocer que la realidad que percibimos es un reflejo de nuestro interior y que tenemos el poder de cambiar nuestra percepción y, por ende, nuestra realidad.
- El poder del ahora: Vivir en el presente, el único momento en el que realmente podemos vivir y actuar.
- La importancia del perdón: Liberarse de las cadenas del pasado para vivir plenamente en el presente.
- El amor incondicional: Amar sin esperar nada a cambio, reconociendo la unidad de toda la vida.
Incorporar la toltequidad en nuestra vida diaria puede parecer un desafío, pero en realidad se trata de adoptar una serie de prácticas y actitudes que nos llevan a vivir de manera más consciente y plena. Algunas formas de aplicar sus enseñanzas incluyen la puesta en marcha de los cuatro acuerdos, la práctica de disciplinas como Kinam y el respeto por la naturaleza:
- Practicar Kinam: La práctica de técnicas ancestrales como Kinam nos ayuda a conectar con nuestras raíces y a adoptar disciplina, equilibrio y armonía en los diferentes aspectos de la vida. La característica principal de Kinam es que busca conectar, equilibrar y fortalecer tanto el cuerpo físico, como la mente y la energía que conforman al ser humano, por lo que se le considera una práctica psicofísica. A través del movimiento y las posturas de poder, ayuda a conectar con el cuerpo y las emociones y a encontrar el equilibrio en todos los niveles. Además, es una práctica que trabaja desde el interior y tiene un componente meditativo importante.
Si te interesa experimentar la práctica de Kinam, en la Ciudad de México puedes recurrir a AgoraLucis, un centro de yoga y bienestar holístico ubicado en Polanco, que además es la casa del Kinam en México. Aquí encontrarás clases presenciales y en línea, además de que está por iniciar una certificación con la que podrás convertirte en uno de los primeros maestros de la disciplina, o bien, profundizar en su esencia y su técnica, para aplicar su sabiduría en tu día a día y así vivir con mayor equilibrio y conexión. Consulta en este enlace la información sobre las clases y la certificación, para que reserves tu lugar.
- Vivir en armonía con la naturaleza: Parte fundamental de la toltequidad es el respeto a la naturaleza, a la Madre Tierra y sus elementos. Por ello, procura adoptar un estilo de vida consciente y honra a la vida y a la naturaleza con tus actos, al asumirse como parte de ella y reconocer que todo y todos estamos conectados y somos parte de lo mismo.
- Practicar la gratitud: Dedica un momento cada día para reflexionar sobre lo que estás agradecido y haz saber a las personas en tu vida cuánto las aprecias. Esto no solo mejora tus relaciones, sino que también cultiva un ambiente positivo a tu alrededor.
- Practicar la atención plena: Prestar atención al momento presente y a nuestras acciones, pensamientos y emociones puede ayudarnos a vivir de manera más consciente y armoniosa.
- Ejercitar la impecabilidad de la palabra: Hablar con honestidad y amor, evitando el uso de palabras que puedan dañar a otros o a nosotros mismos.
- No tomarse nada personalmente: Entender que las acciones y palabras de los demás son reflejo de su propia realidad nos ayuda a liberarnos del sufrimiento innecesario.
- Hacer siempre lo mejor que podamos: Reconocer que nuestro "mejor" puede variar de un día a otro nos permite vivir sin autojuicio y con compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás.
La toltequidad ofrece un camino hacia la libertad personal y la felicidad a través de la sabiduría ancestral tolteca. Al adoptar sus principios y aplicar sus enseñanzas en nuestra vida cotidiana, podemos encontrar una mayor armonía con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. En un mundo moderno lleno de distracciones y desafíos, la toltequidad nos recuerda la importancia de vivir con conciencia, amor y respeto por toda la vida.