En la tradición yóguica y en la filosofía hindú, Shiva y Shakti son dos conceptos fundamentales que representan las energías masculina y femenina del universo. Estas dos energías son la base de toda creación y simbolizan la dualidad y la unidad en la existencia. A continuación, exploraremos la naturaleza y la relación entre estas dos fuerzas divinas.
Shiva es a menudo referido como el "Destructor" en la trinidad hindú, pero esta destrucción no debe ser vista en un sentido negativo. Más bien, representa la destrucción del ego y la ilusión, permitiendo la renovación y la transformación. Shiva simboliza la conciencia pura, el aspecto inmutable e inactivo del divino. Es el principio masculino que representa la calma y la pasividad.
Shakti, por otro lado, es la energía dinámica y creadora del universo. Representa el principio femenino y es la fuerza que impulsa la acción y el movimiento. Sin Shakti, Shiva permanecería inerte. Shakti es a menudo personificada como la Diosa, la madre divina que da vida a todo.
La relación entre Shiva y Shakti es una de interdependencia. No pueden existir el uno sin el otro. Juntos, representan la conciencia y la energía unificadas, la totalidad del universo. Esta unión es a menudo simbolizada en la iconografía hindú como Ardhanarishvara, una deidad que es mitad Shiva y mitad Shakti.
La interacción entre Shiva y Shakti tiene profundas implicaciones espirituales. Representa la dualidad inherente en la existencia, así como la unidad subyacente. En la práctica yóguica, se busca equilibrar y unificar estas energías dentro del individuo. Al hacerlo, se alcanza un estado de armonía y se realiza la verdadera naturaleza del ser.
En el yoga, se dice que Shakti reside en la base de la columna vertebral en forma de kundalini, la energía serpentina. A través de prácticas específicas, esta energía puede ser despertada y ascendida a través de los chakras hasta unirse con Shiva en el chakra coronario. Esta unión representa la iluminación y la realización del ser.
Shiva y Shakti representan las fuerzas fundamentales del universo y ofrecen una profunda comprensión de la naturaleza de la existencia. Al comprender y equilibrar estas energías en nuestra propia vida, podemos avanzar en nuestro camino espiritual hacia la realización y la iluminación.