En Harmonía fuimos invitados a participar en el evento de Soulpose México, conocido por ser el yoga más divertido del mundo. Para conseguir esta poderosa energía de diversión, en Soulpose utilizan tres elementos principales: las luces, la música y el yoga.
Desde el inicio, la diversión comenzó con el registro al evento. A diferencia de otras ocasiones en las que hacer una fila para recibir tu acreditación es un proceso lento y tedioso, en Soulpose la introducción ya es diversión total. En el área de registro las personas se pintan con plumones de colores amarillo, naranja, verde y rosa todas las figuras que deseen sobre su cuerpo. Aunque en un principio me sentía un poco tensa por el camino hacia Santa Fe –y porque para mí, despertar en un sábado antes de las 9:00am representa un enorme sacrificio– pronto dí rienda suelta a la creatividad y terminé imitando figuras de mandalas sobre la espalda de mis amigas, así como disfrutando de los dibujos que ellas hacían sobre mí. El ambiente comenzó a sentirse amistoso y las personas a nuestro alrededor comenzaron a generar comunidad y a compartir talento al momento de experimentar con nuestros dibujos sobre la piel.
Después pasamos a un cuarto oscuro en el que la pintura con la que decoramos nuestro cuerpo comenzó a brillar. Esto, sumado a la energética música que sonaba en la habitación, hizo que todos sonriéramos inevitablemente y nos preparáramos con esa alegría para comenzar nuestra clase de yoga. La clase de yoga fue de nivel intermedio, apropiada para personas que practican por primera vez, pero con cierto grado de dificultad. Aunque es mínimo este nivel, lo más importante siempre es recordar que cada persona tiene su propio ritmo y su propio cuerpo, y que debemos estar atentos a nuestros límites y capacidades al momento de practicar yoga, para así evitar una posible lesión. Mientras hacíamos yoga la energía crecía cada vez más, y por eso cuando lanzamos confeti y bailamos al ritmo de la música, la felicidad era una sensación colectiva que inundaba todo el lugar.
Al terminar la clase de yoga recibimos regalos de los patrocinadores del evento, lo cual nos ayudó a recargar energía. Salimos del lugar con un nuevo mat, una toalla para limpiar sudor, alimentos y bebidas y muchos buenos recuerdos. Soulpose es una experiencia muy recomendable para salir de la rutina por unas cuantas horas, y sobre todo para recordar lo valioso que es liberarse de las ataduras y las inseguridades y dejarse llevar por el ritmo de la música y las luces, elementos que llenan de vida y permiten sentir la ligereza y el poder de vivir el presente.