Con la situación actual que se vive en el mundo, el ejercicio es importante para el bienestar físico y también es crucial para tu salud mental. Hacer ejercicio libera hormonas como la dopamina que te hace sentir bien, lo cual también ayudará a tener un sistema inmunológico fuerte.

Tal vez una de las prácticas más comunes es la del yoga. La práctica de asanas (posturas), la meditación, los ejercicios de respiración y todo lo que conlleva el yoga, es de gran beneficio para tu salud física y mental.

Existen muchos videos en línea que puedes utilizar, pero también debes tener en cuenta que esos videos no son para todos y que es mucho mejor tener algo que vaya a tu ritmo. Sobre todo, porque pueden existir lesiones y lo que menos quieres es tener una lesión.

Como maestra de yoga, reconozco que es muy importante que tú como alumno también tengas respeto y conciencia de las cosas que puedes y no hacer. Ir a tu ritmo y preguntarle a tu maestro todo lo que necesites es primordial.

No todas las posturas son para todas las personas, ni los ejercicios de respiración. Debes considerar cualquier tipo de padecimiento que tengas: presión alta, baja, alguna lesión o problema óseo o articular, etcétera.

Haz del conocimiento de tu maestro o instructor (si cuentas con uno) cualquiera de estas condiciones, para que te dé las alternativas más adecuadas para tu condición, en caso de que no puedas realizar ciertos ejercicios o posturas. O bien, si sigues las clases en línea por tu cuenta a través de videos, consulta con tu médico para saber qué sí y qué no puedes hacer.

A continuación, podrás encontrar una guía básica para practicar yoga desde casa de forma segura.

Si está dentro de tus posibilidades contacta con algún maestro que ofrezca clases personalizadas. De esta manera podrás ir a tu propio ritmo y con toda seguridad. Además, si quieres trabajar con algo en específico, ya sea físico o emocional, puede ser mucho mejor que hacerlo solamente con videos.

Ten un espacio cómodo y sin distracciones. Aunque el encierro no te permita salir de casa, debes tener cierto espacio adecuado para poder practicar con toda la calma que requieres. Es una hora que solamente vas a dedicar para ti. Respeta tu tiempo y tu espacio.

Si sientes que algo no está bien, no lo hagas. Es muy fácil querer imitar todas esas asanas que se ven inalcanzables. Lo cierto es que con mucha práctica lo vas a poder lograr. Pero sé respetuoso con tu cuerpo, no esperes entrar a posturas muy avanzadas de forma inmediata.

Si tienes un maestro para ti, pregunta todo. Estás en tu derecho de cuestionar a tus maestros. Recuerda que, si bien nosotros tenemos conocimiento y experiencia, no somos una figura de autoridad y puedes preguntar lo que necesites. En muchas ocasiones los alumnos tienen mucho que enseñarnos.

Recuerda que la práctica de meditaciones y pranayama (ejercicios de respiración) también debe ser guiada al principio. La idea es que poco a poco tú puedas hacer esto de forma individual, pero al principio está bien que te guíe alguien. Algunos pranayamas, por ejemplo, pueden ocasionar que sientas más ansiedad si no los haces de forma adecuada, por eso la guía inicial es de suma importancia. 

La práctica de yoga es algo sumamente personal y por ello debes ser respetuoso contigo en todo momento. Aceptar qué cosas puedes y no hacer es parte del proceso. Recuerda que la práctica de yoga nos enseña a respetarnos, a amarnos tal cual somos y a saber cuáles son nuestros límites.

Foto de portada: Dane Wetton / Unsplash