Cuando se trata de acné, además de recurrir a tratamientos dermatológicos a base de cremas, pomadas y jabones especiales, existen algunos ingredientes naturales que pueden ayudar a reducir y prevenir los brotes, así como mejorar las condiciones de la piel, como arcilla, aceite esencial de árbol de té o agua de hamamelis.
Además de estos ingredientes hay uno que es muy económico, fácil de conseguir y que incluso puedes cultivar en casa, ya sea en el jardín o en una maceta: el aloe vera o sábila.
Esta planta es bien conocida por sus múltiples beneficios para la salud y el cuidado de la piel y el cabello, y también es de gran ayuda en los casos de acné, imperfecciones y brotes en la piel.
Así que, además de acudir al dermatólogo y seguir el tratamiento que te indique, puedes aprovechar las propiedades del aloe vera para mejorar el estado de tu piel.
Sólo recuerda que debes usarlo por las noches, dejarlo actuar 30 minutos y después lavar tu cara. Se recomienda evitar su uso en el día, porque algunos de sus componentes pueden reaccionar a la luz solar y ocasionar la aparición de manchas con el paso del tiempo.
Además, si tu piel es sensible, puedes hacer una prueba antes de aplicarlo en la cara; sólo coloca un poco de gel en una zona de piel sensible (como en la cara interna del brazo) y deja actuar durante media hora. Si pasado ese tiempo no hay reacción, úsalo con confianza en el rostro; pero si se produce comezón, irritación o alguna otra molestia, lava la zona con abundante agua y suspende su uso.
Los siguientes son los principales beneficios del aloe vera para la piel, específicamente para aquella afectada por el acné.
El acné se desencadena por algún nivel de inflamación, por lo que controlar esa respuesta es clave para mantener a raya los brotes. El gel del aloe vera contiene una gran cantidad de vitaminas, enzimas, minerales y aminoácidos antinflamatorios que son muy benéficos para la piel.
Gran parte de la investigación apunta a la aloína, un compuesto específico de la planta de aloe que puede promover la curación general de la piel, así como a la bradicinasa, una enzima que puede ayudar a reducir la inflamación excesiva cuando se aplica tópicamente.
La investigación incluso ha demostrado que el gel de aloe vera es incluso más eficaz para suprimir la inflamación de la piel que una crema de hidrocortisona. Entonces, si tienes un brote inflamado e irritado que no cede, un poco de gel de aloe vera como tratamiento local puede ayudar a desinflamar y calmar la irritación.
El aloe no sólo calma la inflamación e irritación del acné, sino que también contiene ácidos salicílicos naturales que contribuyen a aliviar el problema desde su origen. El ácido salicílico es benéfico para las pieles propensas al acné, ya que puede penetrar por los poros para ayudar a eliminar las células muertas, combatir las bacterias y controlar el exceso de sebo.
Eso es lo que hace que el ácido salicílico sea particularmente útil para el acné que se caracteriza por hacer surgir puntos negros y blancos, pues puede contribuir a liberar la acumulación profunda de grasa dentro de esos poros.
Las propiedades antibacterianas y antisépticas del aloe vera están bien documentadas, razón por la cual el gel se ha utilizado durante siglos para el dolor y la cicatrización de heridas, por lo que puede ayudar a que los brotes cicatricen con más rapidez.
Si bien la investigación sobre la capacidad del aloe para matar la bacteria que causa el acné es limitada, las propiedades antimicrobianas pueden beneficiar la piel propensa a este problema al reducir la aparición de brotes.
De hecho, se ha descubierto que el aloe usado tópicamente en combinación con la crema de tretinoína (un retinoide de prescripción médica) es eficaz para tratar el acné inflamatorio y no inflamatorio.
El gel de aloe se siente muy refrescante en la piel, debido a que es un grandioso hidratante. Las pencas son ricas en agua, particularmente en la capa más interna, por lo que su gel ayuda a hidratar la piel y retener la humedad.
Se ha demostrado que el aloe vera aumenta el contenido de agua de la capa más externa de la piel y también ayuda a que esa hidratación se mantenga. Esto se debe a que los azúcares vegetales específicos del aloe, llamados mucopolisacáridos, ayudan a retener la humedad en la piel.
Y si te preguntas: ¿qué tiene esto que ver con el acné? Bueno, tu piel generalmente responde a la deshidratación con inflamación. Esa inflamación puede desencadenar la liberación de una hormona llamada CRH (hormona liberadora de corticotropina), que le dice a las glándulas sebáceas que produzcan más grasa y, por lo tanto, surge una mayor probabilidad de que el exceso de sebo quede atrapado dentro de los poros.
Entonces, poner atención a la hidratación puede contribuir a controlar la inflamación y, en última instancia, estabilizar la producción de grasa en el cutis.
Una barrera cutánea fuerte es fundamental para el funcionamiento saludable de la piel. Cuando tienes una barrera cutánea comprometida, no sólo la hidratación puede filtrarse fácilmente sino que los irritantes, alérgenos y bacterias potenciales pueden colarse y causar inflamación.
Es por eso que las afecciones inflamatorias de la piel, como el acné, el eccema y la psoriasis, se ven afectadas por la mala salud de la barrera cutánea.
Como ya se dijo, el aloe vera puede hidratar la epidermis y sellar la humedad, lo que puede acelerar la reparación de la barrera. Esta planta también está repleta de antioxidantes, como las vitaminas A, C y E, así como de metalotioneína, una proteína antioxidante que se ha descubierto que tiene un efecto protector en la piel.
Cuando se trata de eliminar el acné, eliminar las manchas (o la hiperpigmentación postinflamatoria) es la mitad de la batalla. Para muchos, puede llevar más tiempo eliminar la marca duradera que la mancha original en sí; las manchas oscuras pueden tardar meses o incluso años en desaparecer por completo.
La aloesina, un compuesto natural de la planta de aloe, tiene capacidades que pueden acelerar este proceso de decoloración. En un estudio en el que se aplicó aloe sobre la piel cuatro veces al día durante 2 semanas, se demostró que la aloesina atenúa eficazmente la hiperpigmentación posterior al acné.
Otra investigación mostró que la aplicación tópica de aloesina puede inhibir directamente la piel hiperpigmentada para que no produzca más melanina. La hiperpigmentación simplemente significa un exceso de producción de melanina en la piel, por lo que es fundamental evitar que las células productoras de pigmento se vuelvan hiperactivas.
No es común, pero algunas personas tienen alergias o sensibilidades al aloe y pueden enfrentar algunos efectos secundarios como enrojecimiento, ardor, sensación de escozor y dermatitis raramente generalizada en personas sensibles. Las reacciones alérgicas se deben principalmente a las antraquinonas, como la aloína y la barbaloína.
Generalmente, el aloe es un hidratante y antinflamatorio increíble, pero siempre debes hacer la prueba en el antebrazo, para asegurarte de que no tengas una reacción.
Un último consejo a tener en cuenta: intenta usar una hoja de aloe pura y fresca, pues los geles comerciales pueden incluir otros ingredientes o conservadores que podrían irritar la piel. Lo mejor es recolectar el gel directo de la penca y colocarlo en la piel como si te pusieras una mascarilla, dejarlo actuar entre 20 y 30 minutos y lavar tu cara como acostumbras.
Con información de Mind Body Green
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