El biofeedback es una técnica terapéutica que se utiliza para aprender a controlar las reacciones corporales, por ejemplo, la frecuencia cardiaca, a través de sensores eléctricos conectados al cuerpo que te ayudan a recibir información sobre las reacciones del mismo. Esta retroalimentación te permite comenzar a hacer cambios sutiles, como relajar ciertos músculos en momentos clave a manera de reflejo condicionado.

El biofeedback se utiliza para sanar enfermedades físicas y mentales como el estrés y la ansiedad, el asma, el estreñimiento, el dolor crónico o la hipertensión entre otras. No es invasivo y permite a las personas que no quieran depender de fármacos hacerse cargo de su propia salud. Hasta el momento no se conoce ningún riesgo o efecto secundario negativo de esta terapia.

Durante una sesión de biofeedback se conectan sensores a diferentes partes de tu cuerpo. Estos sensores monitorean tu estado fisiológico: las ondas cerebrales, la temperatura de la piel o la tensión muscular. Luego, esta información se envía mediante señales, como un timbre o una luz intermitente. El biofeedback te enseña a cambiar o controlar tus reacciones fisiológicas modificando tus pensamientos, emociones o comportamiento. Por ejemplo, el biofeedback puede determinar con precisión los músculos tensos que provocan dolores de cabeza. Después aprenderás a invocar cambios físicos positivos en tu cuerpo, como relajar músculos específicos para reducir el dolor. El objetivo final es aprender a utilizar estas técnicas en casa por tu cuenta.

¿Lo probarías?

Fuente: Guía Psicología