La luna llena de febrero se conoce como luna de nieve y, como ocurre con cada plenilunio, la energía que llega en este momento te da la oportunidad de reflexionar y liberarte. 

Pero primero, ¿por qué se llama luna de nieve? Al igual que el resto de los nombres que se suele dar a la luna a los largo del año, éste tiene sus orígenes en las tribus nativas norteamericanas. 

Dichos nombres suelen corresponder a características de las estaciones, condiciones del clima en el mes en que suceden, así como diversos eventos de la naturaleza. En este caso, se llama luna de nieve porque febrero suele ser el mes con más nevadas en Estados Unidos.

En el ámbito energético, la influencia de la vibra de la luna llena dura unos 3 días antes y después del plenilunio. Así que puedes aprovechar el momento para conectar con su energía y hacer algún ritual o meditación.

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La luna de nieve es la última del invierno y llega con una energía que te invita a realizar una especie de hibernación, al hacer una pausa para mirar a tu interior y reflexionar sobre tus emociones, sentimientos, pensamientos y deseos; es un momento preciso para practicar la introspección y ponerte en contacto contigo mismo, con tu ser interior.

Junto con la reflexión, las lunas llenas son un buen momento para liberarse. Quizás durante este tiempo puedas hacer algún ritual o meditación de liberación para soltar todo lo pasado, todo lo que ya no necesitas y ya no quieres en tu vida interna y externamente.

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Es también un buen momento para tomar un baño relajante y purificante, para limpiar no sólo tu cuerpo, sino también tu espíritu y tu mente de todas esas cosas que te limitan o drenan tu energía y frenan tu crecimiento. 

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