Luego de que en noviembre de 2020 el Senado de la República aprobó el dictamen sobre las reformas legales necesarias para la regulación del consumo lúdico de la marihuana, este miércoles 10 de marzo la Cámara de Diputados aprobó dicho dictamen pero con varias modificaciones, por lo que ahora el siguiente paso es que regrese al Senado para su ratificación.
Esto coloca a México a un paso de tener una ley que permita el uso recreativo de la cannabis, con lo cual se permitirá la posesión personal de hasta 28 gramos de marihuana y la posibilidad de cultivar las plantas en casa para el uso personal.
Según la propuesta de ley aprobada, cualquier adulto que desee fumar podrá hacerlo, aunque con varias restricciones que se detallan más adelante.
Por otro lado, una de las principales diferencias entre lo que aprobó el Senado y lo que avaló la Cámara de Diputados es que ya no se creará un instituto regulador para la cannabis, sino que sus funciones serán asumidas por la Comisión Nacional contra las Adicciones, dependiente de la Secretaría de Salud.
La Comisión supervisará el proceso de producción desde la siembra hasta la cosecha y dará los permisos para la producción, posesión y consumo de marihuana. Las licencias de producción y los permisos de consumo tendrán una vigencia de entre 1 y 5 años, pero no se ha definido cuánto costarán.
Las licencias que otorgue la Conadic serán:
El dictamen aprobado, aunque legaliza la producción y el comercio de la marihuana, no legaliza su portación y su consumo por completo, ya que se limita a una tolerancia de acuerdo con las cantidades permitidas, lo que no elimina la posibilidad de ser detenido ni de tener sanciones penales o multas.
En las viviendas donde se efectúe el consumo de cannabis, los consumidores deberán tomar las medidas necesarias que impidan que el humo moleste a los vecinos o pueda ser inhalado por personas no consumidoras.
Además, con el fin de promover el uso moderado y responsable de esta planta, el Estado difundirá información sobre su uso, especialmente sobre los riesgos de consumo por parte de menores de 25 años.
El Sistema Nacional de Salud también deberá instrumentar programas y acciones para la prevención y atención del uso problemático de la cannabis con fines lúdicos.
Los usos permitidos para la cannabis son: autoconsumo, cultivo en casa para uso personal con fines lúdicos y producción por asociaciones para el consumo de los asociados; producción para la comercialización y ventas con fines lúdicos; producción con fines de investigación, y producción de cáñamo para fines industriales.
El objetivo de la nueva ley federal de cannabis no es promover su consumo, sino dar la libertad a los usuarios de decidir si la consumen o no; con base en esto, lo siguiente es lo que estaría permitido de aprobarse:
Tras la aprobación por parte de la Cámara de Diputados y debido a que hubo diversos cambios respecto a la versión aprobada por los senadores en noviembre, el dictamen regresará al Senado para que sea ratificado o desechado.
Si resulta ratificado, el siguiente paso será que el Decreto se publique en el Diario Oficial de la Federación. Luego, en un plazo máximo de 3 meses, el presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá que hacer las adecuaciones necesarias al Reglamento Interior de la Secretaría de Salud.
Después, en los 3 meses siguientes, el presidente tendrá que hacer las adecuaciones para que el Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones se transforme en la Comisión Nacional contra las Adicciones.
Una vez hecho esto, en un nuevo plazo de 3 meses, la nueva Conadic emitirá un programa de prevención y tratamiento al consumo de cannabis psicoactiva, así como un programa nacional de instrumentación y evaluación de la regulación de la cannabis.
Por último, un par de meses después de ello se deberán tener listos todos los demás lineamientos y procedimientos, entre los que se encuentran aquellos relacionados con los lugares prohibidos para fumar cannabis.
También se deberán crear los reglamentos para limitar la adquisición y posesión de cannabis por parte de personas mayores de 18 años y menores de 25 años. La idea es que estas medidas tengan vigor hasta contar con más información sobre el impacto del consumo de cannabis psicoactivo en la salud mental de ese segmento de la población.
Hasta que todo esto ocurra será cuando podrá dar inicio la emisión de licencias y permisos, lo cual podría suceder en algún momento de 2022.
Con información de Forbes / El País / Xataka
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