Con sólo 11 años de edad, Ashley Martínez Ocampo, una niña mexicana originaria del estado de Morelos, logró descubrir un asteroide, al cual, en algunos años, podrá poner el nombre que ella elija. 

Este descubrimiento astronómico se dio gracias a que Ashley fue invitada por la Sociedad Astronómica Urania (SAU), ubicada en el estado de Morelos, para participar en un proyecto del programa Colaboración Internacional de Búsqueda Astronómica (IASC, por sus siglas en inglés) que impulsa la NASA, y en el cual colaboran estudiantes, aficionados e integrantes de clubes astronómicos del mundo.

Anteriormente, Ashley ya había participado en otros proyectos de búsqueda de asteroides y otros cuerpos celestes, gracias a su padre, Andrés Eloy, quien es miembro fundador de la SAU.

Así, durante los primeros meses del 2021, Ashley recibió alrededor de 30 fotografías digitales, tomadas por el doble telescopio de reconocimiento panorámico Pan-Starrs, que se ubica en Hawai. La pequeña analizó las imágenes en su computadora, a través de un software especial que ayuda a identificar cuerpos celestes en movimiento. 

Aunque Ashley reconoce que fue una tarea laboriosa y tardada, debido a que en algunos momentos el software le ocasionó confusiones al observar las imágenes, al final logró encontrar el asteroide, el cual se encuentra en el cinturón principal de asteroides.

Luego, los datos e imágenes de su hallazgo se enviaron al Minor Planet Center, organismo ligado al Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, donde se confirmó que en efecto, lo que descubrió la pequeña es un asteroide, al cual se le asignó el nombre provisional de “2021 FD25”. 

Pero eso no es todo, pues en su análisis de imágenes encontró al menos otros cinco puntos en movimiento, los cuales ya son estudiados para confirmar si también son asteroides.

Por su hallazgo, Ashley fue elegida como una de las ganadoras del proyecto y, además de que recibió un reconocimiento por parte de la IASC y la NASA, también tendrá la oportunidad de elegir el nombre que llevará el asteroide que descubrió, sin embargo, para esto deberá esperar entre 6 y 10 años, que es el tiempo que toma estudiar la ubicación del cuerpo celeste para determinar plenamente su órbita.