Según el espacio social en el que te has desarrollado, se te han impuesto ciertas características para que seas aceptado. Tus educadores, con todo el amor del mundo, te condicionaron y te enseñaron a adaptarte al mundo, guiándote acerca de lo que está bien, lo que está mal o lo socialmente aceptado.
Pero es muy probable que hayas crecido con la sensación permanente de que algo estaba mal en ti, de que te faltó más estatura, que nunca fuiste tan buen estudiante, que tal vez podrías haber sido mas atlético, y vives con el sentimiento oculto de que no eres suficiente.
Así la vida se ha convertido en un esfuerzo diario por encajar: empezaste una carrera sin fin, primero en la universidad “para ser alguien en la vida” y con suerte terminar en un trabajo bien remunerado hasta que llegó el siguiente condicionamiento social de casarse y tener hijos para reproducir el sistema de condicionamiento una y otra vez.
Pero, ¿qué pensarías si te dijera que ser tú está perfectamente bien? ¿Quién dijo que todos somos iguales, y que debemos avanzar en la vida con una fórmula social que para empezar sólo alimenta el consumismo (pues al no sentirte suficiente inviertes lo que sea para verte mejor, sentirte temporalmente mejor y finalmente ser aceptado)?
No pierdas de vista los siguientes cinco pasos, si estás cansado de vivir sintiendo que no eres suficiente.
1. Ser tú es tu mayor grandeza, no tienes que ser como nadie más. Todos somos diferentes, y al mismo tiempo venimos del mismo lugar de creación. Detente y deja de querer ser más delgado, más listo, más de lo que sea. No sólo eres suficiente, ¡eres perfecto!
2. Cuestiona la fórmula social que se te impuso. Empieza a pensar que si bien te tienes que ganar la vida, la felicidad está en otro lugar mucho más profundo y dentro de ti que en un puesto, una compañía o la foto de la familia perfecta.
3. Repasa tus fotografías de hace 5 años. Tal vez en ese entonces no te sentías bien contigo mismo acerca de algo, y en serio cuestiónate si estabas siendo justo. Quizá te sentías fatal y ahora que te puedes observar a la distancia ves que no estabas para nada como en ese momento te sentías y que tal vez sentirte mal contigo es más un habito que algo que tengas que completar para estar pleno.
4. No te compares, todos estamos atravesando momentos de evolución diferentes. En tu autenticidad lo que hoy estás viviendo es lo que hoy te corresponde. Nadie es mejor ni peor que tú, todos estamos viviendo desde nuestra humanidad nuestra lección perfecta. Mejor pregúntate: si hubiera un mensaje para mí de evolución hoy, ¿qué es lo que me correspondería aprender?
5. Deja de culparte, la culpa necesita castigo y el mensaje es “fui malo”. Todo lo que hiciste fue lo mejor de acuerdo con tu conocimiento, desarrollo y conciencia. Si pudieras haberlo hecho diferente, seguro lo habrías hecho. Honrate y suelta la culpa! Y por favor, deja de castigarte.
6. ¡Aprende a conocerte y hónrate! Encuentra los lugares, las cosas y las personas que resuenen contigo. Cuídate y cuida que en tu mente sólo haya un mensaje de amor y gratitud para todo lo que has vivido y la forma en la que lo has llevado adelante. ¡Ser tú es tu mayor grandeza!
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