Este año impuso retos importantes para todos. Las conductas de autocuidado y salud tomaron una importancia mucho más relevante debido a la pandemia que ocurrió y continúa presente en el mundo, lo que posiblemente te haya hecho preguntarte cientos de veces: ¿qué sigue?
Cuando esta situación empezó, difícilmente hubieras creído que duraría tanto tiempo, pues con toda la ciencia y la tecnología que hay, nada podría salir tan mal. Pero ahora es diciembre y ha pasado casi 1 año desde que los primeros brotes del virus se hicieron presentes.
¿De qué forma cambió la pandemia al mundo y a ti personalmente? Para empezar, las personas tuvieron que aislarse unas de otras (pues es lo mejor para detener la propagación del virus), lo que trajo consigo muchos problemas emocionales.
Los seres humanos son sociables y necesitan conexiones con otras personas. Pero también son resistentes, y el tiempo de soledad que muchos han pasado en sus casas ha dejado espacio para que surjan nuevos hábitos de conexión.
Practicar el cuidado personal a menudo ha significado comprar productos y experiencias para facilitar la comodidad y la felicidad, como un buen baño de burbujas o una copa de vino, pero la investigación muestra que el autocuidado efectivo generalmente es mucho más placentero cuando piensas en los demás. Por ejemplo, se ha demostrado que comprar cosas para otros produce más felicidad que comprarlas para uno mismo.
Conectarte con personas que están tan interesadas en ayudarte como tú en ayudarlas es el núcleo de cualquier práctica de autocuidado eficaz, especialmente durante tiempos de pandemia.
Mucho de esto se debe a que las redes sociales y la tecnología han ayudado a que más personas continúen en contacto, lo que ha facilitado el autocuidado, por lo cual encuentran mucho más satisfactorio el hecho de compartir con otros.
Sin embargo, la pandemia no durará para siempre y con el tiempo podrás sentirte cómodo nuevamente al salir y convivir de manera física con los demás. Pero eso no significa que las redes sociales o las amistades virtuales se terminen; más bien, ahora serás testigo de un modelo híbrido de conexión, uno que combina experiencias de la vida real con experiencias digitales para ampliar la forma en que te relacionas.
Así como las aplicaciones de citas no extinguieron a su contraparte en persona sino que brindaron más oportunidades para que las personas se encuentren entre sí, lo mismo puede decirse de las formas en que la gente podrá conectarse en 2021 y más adelante en un mundo sin pandemia. Es decir, las comunidades virtuales no reemplazarán a las de la vida real, sino que permanecerán permanentemente como una herramienta que los individuos pueden usar para satisfacer la necesidad humana de conexión.
Con información de Well and Good
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