La amabilidad es contagiosa. Cuando alguien hace algo bueno por ti de manera inesperada el universo te dará la oportunidad de hacer lo mismo por otra persona, y así puede hacerse una cadena de buenos actos que termine por convertir tu entorno en algo maravilloso.
En tiempos tan duros un poco más de amor y amabilidad no caen nada mal, pues aunque sean pequeñas acciones, pueden significar cambiar totalmente el humor de una persona e incluso mejorar notablemente su día.
Prestar atención a lo que los demás necesitan es la base de la bondad. Notar cuando las personas necesitan ser escuchadas, o cuando les vendría bien un poco de aliento o motivación para continuar. Al final del día, incluso los desafíos más difíciles pueden sentirse mucho más fáciles cuando sabes que no estás solo.
Por ello, a continuación encontrarás varias ideas para practicar la bondad consciente y hacer sonreír a alguien. Ahora, ¡transmite las buenas vibraciones!
A la mayoría de las personas les encanta hablar de sí mismas y de sus pasiones, pero no siempre hay esa oportunidad, especialmente cuando quienes están alrededor están ocupados o estresados y no están disponibles para escuchar completamente. Haz que alguien hable sobre eso que tanto le apasiona o ilumina. Haz preguntas y deja que las personas expresen tal cual cómo se encuentran o qué es lo mejor que les ha sucedido.
Todas las personas tienen fortalezas pero no siempre son reconocidas, tal vez porque para algunos es parte de su naturaleza, mientras que otros piensan que es algo que ellos mismos jamás podrían hacer.
Puedes comenzar por decirle a una persona lo increíble que hace cierto trabajo o que te gusta su forma de hablar, de entenderse con los demás, de trabajar, su espíritu o su empatía. Incluso si actualmente emprende un nuevo proyecto, expresarle tu admiración puede ayudar a sacarle una sonrisa, y si tenía un mal día, puedes mejorarlo en un instante.
Recordar a alguien que quieres y hacérselo saber por medio de un mensaje o llamada es beneficioso para todos. No sólo te sientes bien contigo mismo por expresar tus sentimientos, sino que también haces que la otra persona se sienta querida y escuchada.
Dedicar unos minutos de tu día para decirle a esa persona que la extrañas o la amas, aun si te encuentras ocupado, puede signifcar el mundo entero. Y no necesariamente debe ser tu pareja. Pueden ser tus padres, tus hermanos o algún amigo.
Los seres humanos tienen una negatividad natural, lo que provoca que muchas veces se concentren más en las cosas malas que en las buenas. Por ello, cuando tengas oportunidad, procura recordarle a las personas tu agradecimiento, así sea únicamente el hecho de que estén en tu vida.
Imagina que caminas por el supermercado inmerso en tus pensamientos y un extraño se te acerca para decirte que ese suéter te queda bien. Quizás ese día no amaneciste de buenas y fue lo primero que encontraste, pero un extraño te dijo que hiciste la elección correcta, y no sólo eso, te ves bien. Sería algo agradable y seguro te haría sonreír, ¿cierto?
Con un simple gesto de amabilidad, puedes lograr que las personas se sientan más a gusto consigo mismas y puedes sacarles una sonrisa. Quizás esa sonrisa no durará el día entero, pero al menos durante unos minutos o segundos, harás que esa persona se sienta especial y escuchada o vista.
Con información de Tiny Buddah
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