Un episodio de mucho estrés, como el pasado sismo del 19 de septiembre, puede generar un trauma en nuestro cerebro que, para la psicología y la psiquiatría, significa un grave choque o herida emocional. No todos los acontecimientos desagradables o dolorosos generan un trauma, ni todas las personas se traumatizan por los mismos eventos. La realidad es que en estos casos es más relevante la interpretación o la manera en que la persona afectada se narre el acontecimiento que el acontecimiento mismo.
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Después de un acontecimiento traumático el cerebro nunca vuelve a ser como antes, parte de su mecanismo de sobrevivencia es intentar recomponerse de muchas maneras, entre ellas desarrollando fobias o ansiedad para protegerse de no volver a estar en la misma situación en el futuro. Las partes más afectadas del cerebro después de un evento traumático son la amígdala, encargada de transmitir respuestas químicas y físicas ante una amenaza, y el hipocampo, que relaciona estas respuestas con la memoria. Es por eso que después de un evento traumático que dañe estas dos áreas es posible que las personas asocien estímulos externos no amenazantes con la memoria de su trauma, considerando dolorosas o peligrosas situaciones inocuas.
Los traumas pueden manifestarse inmediatamente después del evento que los desencadenó o habiendo pasado mucho tiempo, cuando la persona ya considera el acontecimiento "superado". A esta manifestación de un trauma que afecta la vida cotidiana se le llama trastorno de estrés postraumático (TEPT).
El TEPT ocasiona que las personas se vuelven irritables, miedosas, desconfiadas e incluso agresivas. La buena noticia es que los traumas no son permanentes y se pueden tratar; la capacidad de resiliencia del cerebro es sorprendente y con la debida atención es posible recuperarse completamente.
¿Cómo puedes saber si el sismo del 19 de septiembre te produjo TEPT?:
Si presentas alguno o varios de estos síntomas, te recomendamos buscar ayuda profesional y contención emocional. No estás solo, no te estás volviendo loco y no hay nada malo contigo. Tu mente necesita un poco de apoyo para recuperarse.
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