Aceptar que todo pasará parece sencillo. Sin embargo, en una cotidianidad en la que nos llenamos de apegos, certezas y expectativas, asumir esa idea se convierte en un gran desafío porque implica renunciar al control que tanto nos gusta.
La impermanencia es un concepto clave de diversas religiones y filosofías de vida; tiene un papel central en el budismo y en la práctica de yoga. Básicamente, consiste en saber que lo único seguro es el cambio. La naturaleza nos lo enseña con cada estación, con el día y la noche, con el ciclo de la vida.
Interiorizarlo tiene el poder de liberarnos del sufrimiento. Piensa por un momento cuánto de tu estrés diario se origina en situaciones hipotéticas, cuánta de la frustración que has experimentado resulta de expectativas incumplidas, por ti o por otros, y cuánta de la tristeza que sientes se relaciona con no saber soltar.
Hace algunas semanas participé en un retiro impartido por las maestras Akhila Tapia y Melanie Berthaud en las Casas del Acantilado, un lugar increíble en Acapulco que conquista a cualquier amante de practicar yoga con vista al mar (¡su shala es inigualable!). El tema era precisamente la impermanencia y hoy te quiero compartir tres tips que aprendí durante esa experiencia para desarrollar conciencia sobre este concepto:
1. Vive en el presente
El aquí y ahora es un secreto para la tranquilidad interior. No habrá nunca más otro instante como este instante, aunque hagas lo mismo en el mismo lugar y con la misma gente, como dice la canción. Porque tu ser de este momento evoluciona hacia el siguiente, sin parar. Eso es la impermanencia.
2. Contempla y deja ir
“Si dejas ir un poco, tendrás un poco de paz. Si dejas ir mucho tendrás mucha paz. Si dejas ir completamente, tendrás paz completa”. Esta frase es del gran meditador Ajahn Chah y nos revela con sencillez que entre menos apegos tengamos más libres andaremos. Esto incluye los juicios; calificar todo el tiempo sólo nos agota. ¿Qué tal si sólo fluyes?
3. Respira y medita
Aprender a respirar, desde la atención plena a tu inhalación y exhalación hasta el conocimiento de técnicas de pranayama, es una herramienta que nos conecta con nosotros mismos. Meditar nos hace conscientes de nuestra energía, camino y grandeza. Y no siempre tiene que ser desde el silencio o la quietud; en el retiro probamos varias propuestas de Osho, ideales para quienes gustan de liberarse a través del movimiento.
Akhila y Melanie dan clases en la CDMX, puedes contactarlas en Yogakhila y en MelJustineTime.
NAMASTE.