La expresión de nuestras emociones, tales como el temor, la felicidad, la ira, la tristeza y muchas otras, fue tabú durante años y se reservaba para los momentos de intimidad o para la psicoterapia. En cambio, en la actualidad podemos manifestarlas de manera cotidiana, y gracias a la inteligencia emocional hemos logrado hacerlo de manera más asertiva. Si somos padres, maestros, trabajadores o simplemente nos interesa mejorar la calidad de nuestras relaciones, somos afortunados, pues nos encontramos en el inicio de una nueva era en la comunicación y la salud emocional que probablemente influirá sobre nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos.
El impacto del concepto de desarrollo personal es el resultado de nuestra necesidad de vivir en armonía y en paz, de ser libres y responsables de nuestras vidas. La creciente influencia y democratización de la psicología contemporánea está abriendo puertas a nuevos enfoques y experiencias. Aprender a manejar nuestras propias frustraciones y desacuerdos con otros desarrollando nuestra capacidad para escuchar, así como estar abiertos a aprender de nuestras relaciones, son factores indispensables para nuestra salud emocional.
Además, en los últimos años se ha exponenciado la información disponible sobre este tema en los medios de comunicación. Hoy en día encontramos cientos de publicaciones cada vez más meticulosas sobre el tema.
Manejo de emociones y bienestar humano
Este cambio en nuestros hábitos comunicativos podría ser la clave para un mundo con menos violencia y menos conflictos, un mundo en el que la paz interna de cada ser humano podría conducir a la paz entre las personas.
Escuchar con empatía significa estar totalmente disponible, reconociendo y reflejando las emociones y necesidades humanas de unos y otros. Ser escuchados con empatía permite que surjan sentimientos de claridad, alivio, confianza en los demás y en uno mismo; conduce a la adaptación y la curación. Los especialistas de todo el mundo han demostrado que la forma en que los seres humanos gestionamos nuestras emociones tiene un impacto sobre nuestra salud física y mental. Y bajo esta perspectiva, la salud emocional permite la creación de nuevas vías de cooperación para crear un mundo en el que los seres humanos sean capaces de desarrollar su autoconciencia y su conciencia relacional, encontrando alternativas a los conflictos y la violencia.