Cuantas veces has escuchado la celebre frase “lo que te choca te checa”, asentando la cabeza con un poco de duda y en el fondo resistiéndote a aceptar que esa persona que estás rechazando fuera de ti tiene, en el fondo, un mensaje de amor y crecimiento para ti.
Eres ciego de ti mismo, no te puedes ver, nadie podemos. Así que la maravillosa vida te llena de espejitos a donde quiera que vas, espejos que te gustan y espejos que rechazas, pero que sin duda cuando estás viendo cada uno de ellos es porque hay una parte de ti en la que existen. Es decir, no ves la vida con los ojos físicos, ves la vida como una proyección mental de tus pensamientos, todo el tiempo.
En tu mente es donde sucede toda la acción, y es en las personas que están fuera donde van a parar todas las proyecciones a través de una interpretación. ¿Como sé esto? Porque un mismo hecho tiene tantos significados como mentes hay en el mundo.
Por ejemplo: el hecho es que quedaste de verte con un amigo a las 8:00 am y que la persona llegó a las 8:45 am, eso es algo comprobable. Pero para alguien eso puede significar desorganización, para otra persona puede implicar flojera y falta de respeto, otra más puede pensar que ella no es lo suficientemente importante como para que el otro la considere y llegue a tiempo, alguna más puede sentir que el interés se está acabando y una última ve esto como una oportunidad de contestar todos los chats y mails pendientes.
Por supuesto, lo que se puede ver en el plano material es una emoción “justificada” que empieza a burbujear en el corazón, que sale automáticamente y se sostiene con el “hecho” de que esa persona está llegando 45 minutos tarde.
La siguiente es una guía de cómo aprovechar tus espejos para conocerte mejor.
1. Cuando algo te moleste, pregúntate qué significado tiene para ti. Por ejemplo, impuntualidad = no soy importante para esta persona.
2. Cuando tengas el significado, ve lo más atrás en la historia de tu vida y pregúntate qué tanto en el pasado has venido sintiendo esto. Por ejemplo: “En realidad siempre he sentido que para mi papá nunca fui importante”. Es decir, esa conversación en tu vida es recurrente, no es sólo de ese momento.
3. Cuando veas esa historia en tu vida, pregúntate en qué medida eres tu así contigo. ¿Qué tan importante estoy siendo para mi hoy?
4. Empieza contigo mismo a darte lo que esperas del exterior; si una persona llega 45 minutos tarde pero tú sabes que eres importante en tu propia vida (tus sueños, salud, proyectos, mundo emocional, etc), puede que te moleste pero no tendrá la fuerza suficiente para sacarte de tu armonía.
5. Obsérvate cada vez que algo te molesta y aprende de ello analizando por qué te molesta y descúbrete. Y por otro lado, honra cuando algo te gusta porque también te pertenece y está espejeando algo que ya es tuyo o que está en potencia esperando por ti. Agradécelo y hazlo tuyo.
Los espejos están reflejando lo que tienes y son una gran oportunidad para conocerte mejor.
ACERCA DE LA AUTORA, COLUMNISTA DE HARMONÍA
Mercedes Páez es una apasionada de su trabajo como coach ontológica. Está comprometida con la labor de crear conciencia sobre el lugar donde reside la autenticidad del ser humano, que no es otro que el mismo en donde se encuentran su poder y felicidad. Si quieres saber más de ella o contactarla, entra aquí o a su Instagram. O bien, escríbele directamente a mercedeslifecoach@outlook.com si lo que deseas es recibir coaching ontológico.