La meditación es un estado natural del ser humano y como tal se ha practicado durante milenios; sin embargo, en las últimas décadas ha crecido el interés a nivel psicológico y neurocientífico, pues la meditación tiene un poder enorme en la vida de muchas personas, y no es para menos. En varios estudios científicos se ha demostrado la eficacia de esta práctica para reducir la ansiedad, evitar la aparición de la depresión o incluso aumentar la longevidad. 

Hay varias técnicas para practicar la meditación, pero aún hay dudas sobre cuáles son más eficaces y si son capaces de tener un efecto real sobre el cerebro. En una publicación se dice que la meditación altera las conexiones de las neuronas a través de un fenómeno conocido como plasticidad. 

Científicos del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y del Cerebro de Leipzig, Alemania realizaron un estudio en el que buscaron resolver estas dudas. Después de usar tres programas de entrenamiento en meditación y de hacer pruebas para analizar las capacidades cerebrales, medir los niveles de actividad eléctrica en el cerebro o incluso la cantidad de cortisol en sangre para calcular los niveles de estrés, descubrieron que la meditación puede cambiar la arquitectura de algunas zonas del cerebro, mejorar las habilidades sociales y además reducir los niveles de ansiedad.

Sofie Valk, autora del estudio, explica que en 3 meses, según el programa de entrenamiento utilizado, cambiaron tanto ciertas estructuras cerebrales como marcadores del comportamiento entre los participantes. Por ejemplo, después de un entrenamiento basado en la atención, se produjeron cambios en zonas de la corteza cerebral asociadas con esta capacidad.

La investigación se basó en un programa de entrenamiento de 3 meses en los cuales se practicaron diversas técnicas de meditación durante 30 minutos, 6 días a la semana. Se dividió en tres programas de entrenamiento, cada uno basado en distintas competencias. En el primero se logró mejorar la capacidad de atención de los participantes y en los otros dos se mejoró la capacidad de compasión y de adopción de distintas perspectivas. 

Además, "estos cambios de comportamiento se correspondieron con el grado de plasticidad estructural del cerebro en regiones específicas de la corteza de las que dependen esas capacidades". La especialista explica que también hubo una reducción significativa de los niveles de estrés de los participantes. 

De la misma manera en que el ejercicio ayuda a tu cuerpo, la meditación ayuda a que tu mente esté en buenas condiciones. Con una práctica regular, la meditación te permite fortalecer conexiones neuronales y, literalmente, cambiar la configuración de estas redes. 

Con información de ABC