El deseo de tener el control de todo es algo que muchas personas padecen hoy en día. Mucho más en temas de relaciones interpersonales, pero también se puede presentar de otras formas; tanto en temas laborales como personales. Lo que sí es cierto es que querer tener el control de las cosas no te sirve de nada, solamente para que te dé ansiedad y tú solito te hagas ideas en la cabeza.

Es posible que te aferres y hagas todo lo posible para que algo suceda tal como quieres. Pero a fin de cuentas, el curso de la vida tiene que seguir su cauce natural, y no puedes hacer nada en contra de eso. ¿Te imaginas vivir una vida sin control? ¿Sin temor a lo que pueda o no ocurrir, y solamente vivir?

No se trata tampoco de que vivas la vida como venga, sino de que encuentres un sano equilibrio. Y lo más importante de todo, que no te hagas daño a ti mismo. En el momento en que confías y agradeces por el aquí y ahora, el universo te abrirá un mundo de posibilidades. Al soltar el control serás más feliz, estarás más conectado con todo y tendrás más paz.

Imagínate en control

Cuando te notes a ti mismo en la mentalidad de control, imagínate que intentas escalar la montaña más empinada que hay. Piensa en la cantidad de energía, tiempo y espacio en tu mente que se consume al tratar de hacerlo. Así es el control. Acepta la libertad que viene con dejar ir y no tener la necesidad de escalar esa montaña.

Escribe una lista de miedos

El control tiene sus raíces en el miedo. Intentas controlar las cosas porque tienes miedo de lo que pueda pasar si no lo haces. Recuerda que el miedo es una ilusión. Es evidencia falsa que parece real. ¿De qué tienes miedo realmente? Cuando lo analices y reconozcas, serás capaz de soltar el control.

Date la oportunidad de confiar

Confianza significa creencia. Y la creencia significa que te honras y respetas a ti mismo. Aquí es donde tu autoestima entra en juego y puedes dejar ir la necesidad de control.

Enraízate

Vives en el futuro con la mentalidad de control. Te apegas a las expectativas y te preparas para las decepciones. Así que, mejor, concéntrate en ponerte en tierra. Tal vez esto signifique dar un paseo por la naturaleza, llamar a un amigo o salir de tu casa u oficina.

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