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¿Cómo dejar de compararte para vivir a tu manera y a tu ritmo?

Abril 23, 2021

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¿Qué vas a aprender con esta nota?

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  • Pasos para evitar las comparaciones y mantener tu energía positiva

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¿Cuántas veces te has comparado con los demás? A veces no lo haces conscientemente, pero las comparaciones se dan, por ejemplo, cuando te sientes mal o te preocupas porque el otro (sea quien sea) ya hizo, ya tiene o ya logró algo que tú no; o también se puede dar cuando comparas tu apariencia, tu modo de vida o tu situación actual con los de otras personas.

 

Al hacer eso no ganas nada, más bien pierdes energía, porque es un desgaste pensar todo el tiempo en lo que te falta, en lo que el otro tiene y tú no; y compararte no te ayudará a logar lo que deseas, sino que incluso te limitará y se volverá un obstáculo que te impida crecer y avanzar.

 

Entonces, cada vez que te des cuenta de que te vas a comparar o que vas a comparar algún aspecto de tu vida con el de alguien más, el primer paso es reconocer y aceptar que has caído en la comparación; el siguiente paso es tomar la decisión de que el sufrimiento no es lo que deseas para ti, así que es hora de elegir un camino diferente.

 

Las siguientes tres estrategias te ayudarán a alejarte de la comparación:

 

Elije una experiencia diferente y positiva

Después de reconocer la comparación, pregúntate: ¿Qué quieres experimentar en su lugar? ¿Qué emoción o vibración te serviría mejor que la toxicidad de la comparación? ¿Qué podrías traer a este momento para sentir paz en lugar del sufrimiento?

 

Una vez que respondas esas preguntas y reflexiones al respecto, di tu nueva elección para ti mismo, ya sea en voz alta o en tu cabeza; pueden surgir afirmaciones como: 

  • Elijo el amor.
  • Elijo la paz.
  • Elijo la felicidad.
  • Elijo la gratitud.

 

Si te sientes demasiado abrumado por la comparación, elegir una de estas emociones de alta vibración puede parecer algo demasiado lejos de tu alcance. En ese caso, puedes optar por algo que vibre más cerca de donde estás emocionalmente en ese momento, que sea más fácil de alcanzar, que te aliviará del sufrimiento y eliminará la carga emocional negativa. Por ejemplo:  

  • Elijo la quietud.
  • Elijo rendirme.
  • Elijo dejarlo ir.

 

Quizás no te sientes en condiciones de derrochar amor y felicidad ni de agradecer, pero sí puedes dejar ir eso que te abruma, preferir tu tranquilidad que las preocupaciones, o decidir rendirte en algo que está fuera de tu alcance o para lo que ahora no es el momento (debes saberlo, rendirse en algo que no está bajo tu control está bien, no siempre vas a poder hacerlo todo).

 

Ponte en movimiento

Quizás pensarás “para todo me recomiendan moverme”; y sí, la actividad física suele estar presente en la mayoría de las listas de recomendaciones para mantener la salud física, mental y emocional, y su presencia no es fortuita.

 

Al mover tu cuerpo, no sólo se benefician los músculos y el sistema cardiovascular, sino que también tu mente logra tener un nuevo enfoque, te puedes liberar del estrés, mejorar tu ánimo y sentirte más contento y en paz.

 

Ya que la comparación es una energía pesada y de baja vibración, lo que necesitas cuando ésta te invade es cambiar tu estado energético a una vibración más ligera y más alta. Y una de las formas más rápidas de hacerlo es al mover tu cuerpo.

 

Pero no pienses la actividad física sólo como hacer ejercicios intensos, como ir a sudar horas a un gimnasio o correr varios kilómetros cada día. La actividad física implica todo lo que te haga mover tu cuerpo, desde una tranquila caminata, hasta una sesión de baile o el sexo. Así que no tienes por qué verlo como algo aburrido; sólo tienes que encontrar lo que te guste y te motive.

 

Mover tu cuerpo es súper efectivo cuando se trata de cambiar la energía negativa a positiva; si no lo crees, la próxima vez que te sientas frustrado o de mal humor, intenta bailar un poco, saltar la cuerda, salir a trotar con tu perro o caminar en un parque o bosque y te darás cuenta cómo casi mágicamente esas sensaciones negativas se van. 

 

Como actividad física puedes hacer lo siguiente:

  • Pon tu canción favorita y baila.
  • Sal a caminar por el vecindario o ve a un parque.
  • Corre o trota un poco.
  • Haz estiramientos y flexiones.
  • Salta la cuerda o sube y baja las escaleras. 
  • Sal a andar en bicicleta.
  • Practica unos tiros de basquetbol.
  • Realiza algunas asanas de yoga. 
  • Ten un encuentro sexual con tu pareja.
  • Ten un encuentro sexual contigo mismo (mastúrbate).

 

Y si por alguna razón no te es posible realizar ninguna de estas actividades en el momento en que la comparación te acecha, simplemente puedes concentrarte en tu respiración por unos minutos

 

Practica la gratitud

Otra forma increíble de cambiar tu estado energético es practicar la gratitud, ya que la comparación suele relacionarse con la idea de "carencia", es decir, te enfocas en lo que te hace falta y el otro tiene

 

El mejor antídoto para esto es darle un giro a tu mente para enfocarla hacia la gratitud; en vez de ver sólo lo que te hace falta, mejor agradece por todo lo que sí tienes, por lo que hasta ahora has logrado y por ser quien eres. 

 

Para aumentar tu vibración, puedes empezar por traer a tu mente todo aquello por lo que estás agradecido: tener salud, tener a tu familia unida y completa, por tu casa, por los alimentos que consumes a diario, por tener un trabajo, y simplemente, por estar vivo. 

 

Este ejercicio se vuelve más poderoso cuando los motivos de tu gratitud están relacionados con la fuente de tu comparación. Por ejemplo, si te abruma que tu compañero haya obtenido un ascenso o se haya ido a una empresa mejor, mientras tú te sientes atascado en un trabajo que no te llena, cambia la atención de lo negativo a las cosas positivas por las que estás agradecido acerca de tu trabajo: 

  • Estoy agradecido de poder pagar los gastos de mi casa cada mes. 
  • Estoy agradecido de aplicar mis conocimientos todos los días.
  • Estoy agradecido de tener algunos grandes amigos en mi equipo.
  • Estoy agradecido de poder ver y aprender de mis compañeros y/o jefes.
  • Estoy agradecido de tener un lugar donde vivir, ropa y comida. 

 

Nada es demasiado pequeño o absurdo para agradecer; puedes incluso sentirte agradecido por el café que preparan en la oficina y tanto te gusta, o porque muy cerca hay un lugar donde se come delicioso.  

 

Puedes escribir los motivos de gratitud, decirlos en voz alta para ti mismo o simplemente enumerarlos en silencio en tu cabeza. Cualquiera que sea la opción que elijas, deja que te llenen y sentirás que tus vibraciones comienzan a cambiar hacia un lado positivo y optimista.

 

Y tú, ¿qué haces para evitar compararte con otros?

 

Foto de portada: Freepik

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