Alrededor del amor hay muchas ideas equivocadas. Algunas se adoptan desde la niñez con las historias de princesas que prometen un final feliz. Desafortunadamente, esas ideas erróneas conducen a las relaciones tóxicas y la dependencia emocional. 

De acuerdo con la doctora Noemí Díaz, directora de servicios psicológicos de la Facultad de Psicología de la UNAM, la dependencia emocional afecta a 1/3 de las parejas en México y afecta a mujeres y hombres. 

Uno suele ser el fuerte y otro el débil

En la dependencia emocional de pareja, también conocida como codependencia, la persona depende en gran medida de su pareja, que percibe la relación como su única vía de seguridad personal. En el libro Cómo tener una mente sana, el doctor Julián Melgosa señala, sobre el rol del fuerte y el débil, que este último tiende a manipular la relación a través de la necesidad por su pareja, mientras que el fuerte lo hace a través de su necesidad de ser imprescindible. 

La persona que manifiesta la necesidad por el otro es portadora de una personalidad proclive a las adicciones, por lo que su pareja representa la adicción; incluso, la ausencia de la pareja puede provocar una crisis de abstinencia, de manera que existe el miedo al abandono.

Es común ver en estas relaciones la tolerancia a acciones que lastiman, y el chantaje emocional es una práctica recurrente. La dependencia deriva en una pérdida de identidad, por lo que Jorge Bucay, en su libro El camino a la autodependencia, señala que en una relación codependiente no existe el amor; en su lugar, existen la necesidad y la dependencia.

¿Qué hacer para solucionarlo?

Si te encuentras en una relación codependiente y realmente quieres salir, puedes poner en práctica una serie de estrategias que te ayudarán a lograrlo: 

• BUSCA AYUDA PROFESIONAL. El primer paso es estar consciente de que tienes un problema. Quizá hasta ahora tus relaciones de pareja no han funcionado, pero por otro lado no soportas la soledad. Recuerda que sólo tú eres responsable de ti: busca ayuda psicológica para atender esas necesidades emocionales.

• TERMINA ESA RELACIÓN QUE TE DAÑA. Trabaja en tu autoestima como tu proyecto más importante para sanar heridas del pasado y encontrar el bienestar que mereces. Es un proceso en el que tienes que ir paso a paso; sólo de esa manera tus relaciones futuras serán diferentes. Todo comienza con una decisión.

• ACEPTA LA SOLEDAD. Agenda un tiempo para estar a solas contigo mismo, en actividades que no has considerado sólo para ti: ir a un café, a un restaurante, al cine, etc. Aprende a disfrutar de la soledad ocasional. Ten una cita con la mejor compañía –contigo mismo–; las demás sólo están de paso. Además, confía en tu criterio para reconocer que puedes encontrar soluciones a los problemas cotidianos.  

• ESCRIBE UNA CARTA DE RECONCILIACIÓN. Esta es una actividad simbólica en la que haces un recuento de tus relaciones anteriores y aquello por lo que no deseas volver a pasar. Es importante que escribas que te perdonas por las malas decisiones que te han lastimado. Haz un compromiso contigo, en el que tu bienestar será tu prioridad de ahora en adelante y te protegerás de todo aquello que pueda lastimarte. 

¿Cómo seguir?

No hay nada mejor para cerrar el círculo que con la vuelta a la vida saludable. El ejercicio, cambios en tu alimentación y tener pasatiempos son sólo algunos ejemplos que puedes poner en práctica para enfocarte en lo que te gusta y recuperar la confianza. 

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El amor en las relaciones de pareja comienza en uno mismo. Cuando no tienes amor por ti, lo único que puedes ofrecer es dependencia, porque necesitas de las atenciones del otro para ser feliz. En cambio, cuando cada miembro de la relación disfruta de una sana autoestima, no hay lugar para la dependencia, porque los dos están emocionalmente completos. 

Con información de Psicología y Mente