Los propósitos de Año Nuevo no significan nada sin la magia de la intención que los respalda.
Tus intenciones para este año deben tener como base la vida que ya tienes. No puedes construir nada sólido en algo que desconoces; por eso el hincapié en que deben ser propósitos sencillos de cumplir para mantener el interés.
La reflexión profunda y establecer propósitos son el núcleo de la manifestación, una práctica que Jessie De Lowe, cofundadora de How You Glow, ha aprovechado en su propia vida para construir la vida de sus sueños. Jessie comparte algunos consejos clave para que practiques el manifiesto.
Es común escuchar que Año Nuevo es igual a un nuevo tú, por las oportunidades que brinda empezar el ciclo, pero la propuesta de De Lowe es mostrar al verdadero tú, no uno nuevo. En lugar de reinventarte con base a una idea superficial de lo que se supone que debes ser y hacer, o crear una larga lista de propósitos, es mejor profundizar para descubrir tu verdad.
Cómo encontrar al verdadero tú
Es momento de identificar y prestar atención a lo que te da vida a nivel mente, cuerpo y alma, para alinear tus pensamientos, creencias y acciones con tu auténtico ser y así manifestar la existencia de tu sueño.
PASO 1. TOMAR NOTA. Haz memoria y escribe cómo sueles pasar todos los días de la semana, con un horario detallado de cada día. Incluye lo que comes habitualmente, los pensamientos repetitivos que pueden surgir a diario, personas con las que pasas tiempo o que encuentras con frecuencia, etcétera. Junto a cada elemento de la lista, indica cómo te hace sentir cada interacción o actividad de tu día.
Por ejemplo, si normalmente practicas yoga el jueves al mediodía, además de eso, podrías escribir: relajado, conectado a la tierra o con energía. Si tienes una reunión de trabajo todos los viernes a las 8am y no es tu favorita, junto puedes escribir: ansioso o evitativo, etcétera.
Otra opción: empieza un diario por una semana completa, así no se te pasará nada.
PASO 2. REFLEXIONAR Y EVALUAR. Mientras revisas tu semana típica, observa los diferentes pensamientos, acciones e interacciones y lo que te hacen sentir. El objetivo no es sentirte bien todo el tiempo, sino volverte consciente de lo que pasa en tu realidad, no sólo reaccionar sin pensarlo. Observa si hay personas, lugares o cosas que te incomodan o agotan. Ahora, en lugar de evitar las fuentes de conflicto, utiliza estas experiencias para el crecimiento personal.
Cuando evalúas desde un punto de vista neutral y no crítico, aprendes sobre ti y tu verdad sale a flote. Fíjate cuándo te sientes feliz; cuándo el mundo parece trabajar a tu favor. Descubrirás qué aspectos de personas, lugares o experiencias resuenan con tu alma y por qué.
PASO 3. HACERLO UNA PRÁCTICA. Continúa con este inventario en tiempo real, incluso después del primer ejercicio. Mantén un registro detallado de cómo te sientes cada día a medida que avanza la jornada. Esta práctica te hará presente y consciente, para moverte a través del día, la semana y la vida con curiosidad y conocimiento activos.
A medida que despiertes más esa consciencia diaria, puedes notar que estás más alerta energéticamente para situaciones que antes eran una fuente de sufrimiento. Al saber de antemano que algo es un desencadenante potencial, puedes establecer una intención positiva antes de ingresar a la situación. Esto crea una oportunidad de crecimiento, en lugar de repetir un patrón negativo inconsciente.
Ejemplos de una intención diaria:
Esto te ayudará a reconocer que no necesitas mirar afuera para crear un nuevo tú. En su lugar, disminuye la velocidad, pon atención y trabaja para cambiar tu perspectiva. Eventualmente verás que tienes las claves para sentirte como la mejor versión de ti mismo. Todo lo que necesitas y deseas ya está allí y espera a ser descubierto.
Con información de The Chalkboard