¿Recuerdas cuando eras niño y amabas tirarte en el piso con tu cuaderno o un libro para colorear y tus lápices, crayones o plumones de todos colores? ¿Recuerdas lo mucho que te gustaba hacerlo y lo bien que te sentías con ello?

Aunque esta actividad se suele relacionar con la infancia, no debe ser exclusiva para los niños, pues tiene beneficios en todas las etapas de la vida, ya que puede ser una excelente forma de relajación.

Según el psicólogo clínico Scott M. Bea, la razón por la que colorear te ayuda a relajarte es porque es capaz de enfocar tu atención en una cosa distinta a aquello que te estresa, preocupa, frustra, entristece o causa ansiedad. Es una actividad simple y lúdica que te lleva fuera de ti mismo y dirige tu atención a algo distinto de tus problemas y preocupaciones.

En este sentido, no sólo colorear ayuda, también puede ser benéfico y relajante hacer cosas como cuidar de tus plantas, tejer, escribir, hacer manualidades o dar un paseo por el parque.

Bea cita tres razones por las cuales colorear puede ser una actividad calmante:

La atención fluye lejos de ti mismo. Un acto simple, como colorear, quita tu atención de ti mismo y lo que te atormenta, preocupa o estresa, y la dirige a lo que haces en el momento presente, que es llenar de color una página con un dibujo. Esto hace de colorear algo muy parecido a un ejercicio de meditación.

Relaja el cerebro. Cuando los pensamientos se centran en una actividad simple, el cerebro tiende a relajarse. Al no estar perturbado por tus propios pensamientos y evaluaciones, las dificultades de la vida se evaporan de tu conciencia, y tanto tu cuerpo como tu cerebro pueden encontrar esto gratificante.

La simplicidad lo hace placentero. El hecho de que el resultado de colorear sea predecible también puede ser relajante. Es algo difícil de arruinar, e incluso si lo hicieras porque te sales de los bordes de las figuras, no hay una consecuencia real, mucho menos una negativa. Así, esta actividad puede volverse un oasis de simplicidad en medio de las constantes pruebas a las que se someten tus capacidades.

Sin embargo, así como hay niños a los que no les gusta colorear, también hay adultos a los que colorear no les parece algo relajante, sino todo lo contrario. Por eso, como pasa con todo, lo más importante es que te conozcas bien y sepas qué cosas van contigo y con tu bienestar. 

De acuerdo con el doctor Bea, esto está relacionado con las experiencias previas de cada persona, de modo que, mientras más disfruta una persona de colorear cuando es niña, es más probable que responda positivamente a dicha actividad cuando es adulta. Bea explica que, muchas veces, los adultos eligen variantes de actividades que les encantaban cuando eran niños para sus pasatiempos en la vida adulta.

Aunque la investigación sobre el hecho de colorear como método relajante es limitada, ésta se puede relacionar con la terapia del arte, que se ha utilizado durante muchos años con mucho éxito.

En un estudio de 2006, los investigadores descubrieron que la terapia de arte mindfulness para mujeres con cáncer ayudó a disminuir significativamente los síntomas de angustia física y emocional durante su tratamiento. La terapia de arte también ha sido útil para las personas que enfrentan otras afecciones, como depresión, ansiedad, adicciones y traumas.

Tener pasatiempos para ayudar a desestresarse no es nada nuevo, ya sea que a la gente le guste jugar al golf, cocinar, armar rompecabezas o hacer collages, todas estas actividades ayudan a la mente a enfocarse en el momento presente. 

Así que ya lo sabes, si hace años disfrutabas de colorear y desde entonces no lo haces, ve a comprar un cuaderno o un libro para colorear y el paquete de colores que más bonito y motivador te resulte, y empieza a liberar el estrés al llenar esas páginas de color.