El suicidio es un problema de salud pública en el mundo y también afecta a nuestro país, donde existe un aumento significativo de casos en los últimos años. En 2021, por ejemplo, se registraron 8,447 suicidios consumados, lo que significa que hubo 1,224 más muertes por esta causa que las ocurridas en 2019, de acuerdo con información del Instituto Mexicano del Seguro Social. 

Con estas cifras, en México, los fallecimientos por lesiones autoinfligidas son ya la cuarta causa de muerte en la población de 15 a 29 años, y se colocan solo por debajo de las agresiones, accidentes y las complicaciones por Covid-19. En los hombres, el suicidio se presenta como la tercera causa, mientras que en el caso de las mujeres es la quinta, según datos del Inegi.

Cuando un ser querido expresa pensamientos suicidas, puede ser abrumador y aterrador, pero tu apoyo y comprensión pueden hacer una gran diferencia. Aquí te presentamos algunos pasos que te pueden orientar cuando necesitas ayudar a un ser querido en crisis:

1. Toma sus palabras en serio: No minimices ni anules su sentir; no descartes sus expresiones de dolor o deseos de morir como simples llamados de atención. Valida su sufrimiento y escucha con empatía y compasión.

2. Presta atención a su lenguaje y comportamiento: Los signos de pensamientos suicidas pueden incluir expresiones de desesperanza, cambios de humor, alteraciones del sueño y comportamiento impulsivo, entre otros síntomas que están ligados con la depresión o la ansiedad.

3. Rompe el hielo: Pregunta directamente sobre sus pensamientos y sentimientos, y ofrece tu apoyo sin juzgar.

4. Fomenta la comunicación: Permitir que tu ser querido hable abiertamente sobre sus pensamientos suicidas puede aliviar su angustia y ayudarle a sentirse comprendido. Así que muéstrate receptivo a escuchar cuando se sienta animado a hablar y dale la confianza de que crees en sus palabras y comprendes su situación.

5. Ofrece compasión: Valida su dolor y ofrece esperanza y apoyo, evitando dar soluciones rápidas o usar frases como “no es para tanto”, “no seas egoísta”, “otras personas lo pasan peor”, etcétera, ya que eso sólo hará que deje de confiar en ti y que se aísle más, empeorando la situación.

6. Continúa ofreciendo apoyo: Mantén el contacto y sigue ofreciendo tu apoyo, incluso después de que la crisis haya pasado. Procura enviar mensajes, llamar o visitar a esa persona para que note que te importa y se sienta apoyada.

7. Anímale a buscar ayuda profesional: Habla con tu ser querido acerca de la opción de recurrir a la ayuda de un profesional de la salud mental y ofrece tu apoyo para encontrar un terapeuta e incluso para acompañarle a su primera cita, o a varias de ellas si es necesario.

8. Actúa en casos de riesgo inmediato: Si tu ser querido tiene un plan, medios y un plazo específico para el suicidio, busca ayuda profesional de inmediato, llamando a los servicios de emergencia y comunicándolo a quienes viven con él y a sus familiares directos.

9. Practica ejercicios de mindfulness: Ayuda a tu ser querido a reconectar con su entorno físico, mediante técnicas que involucren los cinco sentidos, como la actividad física o las actividades de atención plena.

10. Involucra a otros: Si te sientes abrumado y sientes que no puedes solo con la responsabilidad que implica dar ayuda a alguien en esa situación, no dudes en buscar el apoyo de otros amigos, familiares o profesionales de la salud mental. No tienes por qué lidiar solo con eso.

Ayudar a un amigo, familiar o cualquier ser querido con pensamientos suicidas puede ser una experiencia desafiante y emotiva, pero tu apoyo y compasión pueden ser cruciales. Es fundamental tomar en serio cualquier expresión de dolor o deseo de morir y ofrecer un apoyo continuo y sin juicio, alentando siempre la búsqueda de ayuda profesional.