Siempre se dice que el cambio es una de las cosas más difíciles para cualquier ser humano. A pocas personas les gusta el cambio, es más fácil quedarse con lo ya conocido y no salir de ahí. Pero si hay algo seguro en la vida es que todo cambia. Todo siempre está en constante cambio; tus células cada segundo se modifican, tus pensamientos, las circunstancias, todo.
Pero, ¿sabes realmente cómo ocurre esto? Claro que no es de un día para otro. Todo tiene un proceso. Para comprender esto los psicólogos James Prochaska y Carlo DiClemente desarrollaron algo que se llama el modelo transteórico, para poder comprender cómo ocurre el cambio en personas con comportamientos adictivos.
Para ellos, el cambio no es algo lineal sino circular y tiene diferentes etapas, mismas que se pueden aplicar para realizar cambios por ti mismo o con la ayuda de un terapeuta. Dentro de todo esto, hay algo sumamente importante: la motivación.
De acuerdo con los psicólogos, el cambio es una rueda que refleja la realidad. Cuando se lleva un proceso de cambio, la persona gira alrededor del mismo en numerosas ocasiones antes de que ocurra el cambio estable.
En este punto la persona no ha considerado tener un problema o necesitar un cambio. Se sabe que tiene un problema, pero aún no es consciente del mismo.
Cuando la persona se hace consciente, entra en un estado de mucha ambivalencia; considera y rechaza el cambio. Oscila entre los pros y contras para realizar el cambio.
Según el modelo transteórico, aquí se encuentra una ventana de oportunidad. Es el mejor momento para llevar acciones que propicien el cambio.
En esta etapa se llevan a cabo acciones más tangibles para el cambio. Es el inicio del cambio real.
Aquí reside el reto de mantener el cambio conseguido en la etapa anterior para que no haya ninguna recaída.
Si se recae, la persona tiene que comenzar de nuevo con la rueda y no quedarse sin hacer nada.
Lo importante es reconocer que todo lleva tiempo. Cada una de estas etapas puede durar meses e incluso años. Así que ante todo tienes que tener paciencia, darte cuenta de si hay algo que quieras modificar y trabajar constantemente para lograrlo.