Por supuesto que con la llegada de la computadora y todos los gadgets electrónicos que se tienen hoy en día, la vida es “mucho más fácil”. ¿Pero será realmente lo fácil algo bueno para tu cerebro? ¿Recuerdas cuándo fue la última vez que escribiste algo extenso a mano? La tecnología es buena, por supuesto, pero hay que saber cómo utilizarla para no esclavizarte a ella.
El proceso por el que pasa tu cerebro cuando escribes a mano o cuando lo haces en una computadora es sumamente diferente. Por ejemplo, cuando dibujas una letra trazo por trazo, se produce una conexión mayor entre las regiones emocionales del cerebro. Esto te ayuda a conectarte con tus emociones.
Seguramente has escuchado hablar de que escribir en un diario puede ser benéfico para tu salud. Esta actividad consiste en escribir de 15 a 30 minutos sobre tus sentimientos. Se ha demostrado que aquellas personas que realmente lo llevan a cabo de forma disciplinada tienen beneficios psicológicos, una mejoría en su función inmune y menos síntomas de ansiedad y depresión.
Cuando escribes a mano, las regiones cerebrales asociadas con el aprendizaje se encuentran mucho más activas. Escribir a mano te permite retener mucho mejor la información. Por esto mismo, la escritura a mano es un proceso mucho más lento y elaborado que te permite aprender, comprender y memorizar mucho mejor la información.
Al escribir en una computadora todo se vuelve mucho más rápido, incluso la forma en la que piensas y formulas tus ideas. Por el contrario, cuando lo haces a mano tienes que forzarte un poco más a pensar en esas ideas; eliges mejor tus palabras y te puedes expresar mucho mejor. Asimismo, un escrito a mano siempre será algo más personal y tendrá un sello particular tuyo.
El proceso de escritura a mano puede mejorar la creatividad. "El acto de poner la pluma en el papel, formar pensamientos e ideas crudas es crucial para la creatividad individual", dice la experta en escritura a mano Alison Keegan. La velocidad con la que se escribe (en comparación con la mecanografía), así como la fluidez con la que se realiza la tarea, mejoran el proceso creativo.
La escritura ayuda al proceso cognitivo y mejora las habilidades de pensamiento crítico, el cual se define como "el análisis objetivo y la evaluación de un tema para formar un juicio".
El proceso de escritura a mano contribuye a un pensamiento de orden superior, lo cual permite, por ejemplo, que un estudiante planifique y prepare argumentos y desarrolle pensamientos de una manera menos restringida que al escribir a máquina.
La lluvia de ideas, las notas escritas a mano y los mapas mentales son a menudo el método preferido cuando se piensa críticamente.