Desde que inició el confinamiento por la pandemia, una queja muy recurrente ha sido sobre los platos sucios que parecen multiplicarse a lo largo del día y las montañas de trastes que se acumulan en el fregadero.
Pero, ¿te habrías imaginado que lavar todos esos platos y demás trastes sucios podría ser algo benéfico para tu salud cerebral y mental?
Para comprender de qué forma esta actividad beneficia al cerebro y la mente, primero es necesario saber que la atención es un elemento muy importante para la conciencia. Si la atención se ve afectada, todo lo que hay detrás se ve afectado: sin ella no puedes memorizar, no puedes realizar funciones ejecutivas, se te dificulta aprender algo nuevo, etcétera.
En la época actual, llena de estímulos por doquier, de estrés y prisas, la gente vive distraída, no presta atención a su entorno ni a los detalles de lo que hay alrededor. Concentrarse en una cosa a la vez se vuelve complicado, pues todos quieren hacer varias cosas a la vez para sentirse más productivos.
Además, dado que la capacidad para concentrarte naturalmente se reduce a medida que envejeces, es importante fortalecerla de todas las formas posibles mientras eres joven; mantener tu atención aguda es clave para optimizar la función cerebral con el paso del tiempo.
Al hablar de mejorar la concentración suelen llegar a la mente actividades como juegos mentales, crucigramas, acertijos, rompecabezas, juegos de memoria, etcétera. Pero si bien esos juegos son un excelente entrenamiento para tu cerebro, incorporar actividades que fomenten la concentración en tu día a día puede lograrse a base de cosas tan sencillas y rutinarias como lavar los platos, algo que haces diario e incluso varias veces al día.
¿A qué se debe esto? Muy sencillo: cuando lavas los platos, estás completamente concentrado en la tarea que tienes entre manos. Es casi imposible realizar múltiples tareas mientras tienes las manos llenas de jabón y agua, así que debes concentrarte sólo en lavar y enjuagar los trastes.
Es decir, al hacerlo tienes un momento de atención plena o mindfulness, e incluso puedes llegar a un estado meditativo… ¿Quién no se ha puesto a reflexionar sobre la vida mientras lava platos?
Entonces, lo verdaderamente importante y benéfico de lavar trastes para tu cerebro no es el acto en sí, sino esa concentración que implica, al tener que poner atención a lo que está frente a ti y concentrarte en esa tarea de principio a fin.
Se trata del acto de realizar cada paso consecutivamente, de prestar atención a una cosa a la vez, de enfocarte en los detalles (que no quede suciedad, que estén bien enjuagados); todo esto logra que te enfoques en una sola cosa y te conduce a un estado meditativo.
Así que, si quieres mejorar tu atención, puede que todo lo que necesites sean algunos platos sucios y un poco de agua jabonosa.
Sin embargo, por muy benéfico que sea para la mente, lavar trastes no es para todos y puede haber personas a las que no les guste o incluso las estrese. En esos casos es posible probar con otro tipo de experiencias meditativas y al alcance de todos, como jardinería, repostería o cocina, tejer, colorear o hacer manualidades. Encuentra lo que mejor funcione para ti y ponlo en práctica.
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