Seguramente has escuchado hablar de la autoconfianza y de las recomendaciones que se dan para cultivarla e incrementarla. La autoconfianza es el convencimiento propio e interno de tu capacidad para realizar con éxito lo que te propongas, así como la capacidad de tomar las mejores decisiones en cada caso y de salir airoso de una situación, por difícil que parezca.

La confianza en ti mismo es importante porque es lo que te impulsa o detiene a la hora de iniciar el camino hacia la consecución de tus metas y objetivos. Si tu autoconfianza es buena, tendrás en tus manos una poderosa herramienta para lograr lo que te propongas; pero si, por el contrario, es mala, tú mismo serás tu principal obstáculo, pues evitarás hacer muchas cosas por pensar que no vas a poder o que no cuentas con lo suficiente siquiera para intentarlo.

Tu nivel de autoconfianza está determinado por diversos aspectos, como tu personalidad, las experiencias que has vivido, las condiciones que enfrentas en el presente, tus expectativas a futuro, la forma en que te relacionas con el mundo y con los demás. 

La buena noticia es que, si sientes que la confianza en ti mismo es baja y te impide vivir plenamente, la solución para hacerla crecer está en tus manos y sólo necesitas la disposición de hacerlo, constancia para ir paso a paso y una sencilla fórmula que se explica a continuación.

En su exitoso libro Los principios del éxito, el autor Jack Canfield explica que transformar tu opinión de ti mismo comienza con una reflexión sobre tus logros, al seguir esta fórmula:

1. Divide tu vida en tercios. Por ejemplo, si tienes 30 años, los tercios van de 0 a 10 años, de 11 a 20 y de 21 a 30. 

2. Escribe las tres cosas de las que estás más orgulloso de haber logrado en cada tercio de tu vida.

3. Reflexiona sobre cada uno de esos nueve logros. Recuerda cómo te sentiste al momento de alcanzar cada uno de ellos, revive ese momento. Piensa en el camino que seguiste hasta conseguirlos. ¿Tuviste miedo antes de hacerlos o en algún punto del proceso? Es muy probable que sí, pero aun así lo hiciste y lograste el objetivo. 

4. Deja que regrese a tu mente y a todo tu ser la sensación que experimentaste al ver materializado en cada logro el resultado de todo tu esfuerzo y del valor que tuviste al superar tus miedos. 

5. Permite que esos recuerdos estimulen tu autoconfianza y que te hagan saber que eres mucho mejor de lo que crees, y que con esfuerzo y a pesar de que por momentos tengas miedo, puedes lograr todo lo que te propongas.

En las terapias y técnicas de coaching se suele enseñar sobre el bucle de confianza-competencia. Esto significa que cuando haces lo necesario y le demuestras tanto a los demás como a ti mismo que puedes hacer algo, por pequeño que sea, te sientes más seguro al dar el siguiente paso. Esto, a su vez, te hace más competente y se convierte en un ciclo virtuoso magnífico.

Así que empieza a valorar todos tus logros, pues aunque parezcan pequeños son importantes, y deja que se conviertan en tu inspiración y tu motor para alcanzar otros objetivos mayores.